martes, 30 de julio de 2013

La misteriosa Isla de Pascua





 La misteriosa  Isla de Pascua

Una vez más, al tratar el tema de ruinas ancestrales veremos, al analizar vestigiosde otras eras, cómo el estudio de estas moles arqueológicas de arquitectura imposible no requieren tanto de respuestas como de las preguntas correctas, y que la mayoría de las dudas que se generan en torno a ellas son simplemente la consecuencia de estar jugando con el dado equivocado, o estar mirando el árbol en lugar del bosque. Un fenómeno particular que se da en el caso de la Isla de Pascua, es que todos los misterios se hallan concentrados en un corto espacio geográfico, el cual, sin embargo, y como veremos más adelante, no es obstáculo para que subsistan sus innumerables enigmas ni impedimento suficiente para la existencia de una hipotética sociedad secreta (y decimos hipotética porque sino no podríamos decir secreta). La isla presenta una forma triangular muy similar a la forma del avión invisible Stealth norteamericano, constituye uno de los tres territorios habitados más aislados del planeta (se encuentra a 3700 kilómetros de Chile y a 4050 de Polinesia) y tiene una Superficie de 163,6 km2 (la isla más grande del Chile insular), una superficie llana de 19.000 hectáreas con poco suelo cultivable, una circunferencia de 56 kilómetros y una población estable de 3.791 habitantes asentados principalmente en su capital, Hanga Roa, que además es la única concentración urbana existente. Sus coordenadas son 27°7?10?S 109°21?17?O / -27.11944, -109.35472, goza de un clima templado todo el año y se acerca a razón de 9 centímetros por año a la costa chilena, debido a un fenómeno de subducción de la placa tectónica sobre la cual se encuentra asentada (Nazca) y la placa sudamericana. Actualmente está regida por un gobernador chileno (pasó a ser territorio de Chile en 1888) con el español como idioma oficial y se la utiliza para la cría de ovinos, siendo administrada la preservación de sus monumentos a través del Parque Nacional Rapa Nui. La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1995. La isla de Pascua se formó como consecuencia de erupciones volcánicas bastante comunes en el Pacífico, y se encuentra rodeada por un abismo de 3.600 metros de profundidad. En cada vértice de este triángulo, se ubican tres volcanes inactivos: al norte el Maunga Terevaka que con sus 539 metros de altitud es el punto más alto de la isla; por el suroriente el Puakatike o Poike con 377 m y al surponiente el cráter del Rano Kau con 324 m, en cuyo interior existen diversas lagunas.

El nombre de la Isla


Su nombre tradicional es de origen extranjero (aunque aceptado por los nativos), bautizada por los antiguos habitantes de Tahití: Rapa Nui, que significa “Isla Grande”, nombre que luego se hizo extensivo a sus pobladores, a quienes se comenzó a llamar “los Rapanui”. En idioma autóctono, sus nombres son Te Pito o Te Henua, que significa “El Ombligo del Mundo” (misma denominación que históricamente se le ha otorgado a otros grandes centros ancestrales como Cuzco, Delfos o Tiahuanaco) y Mata Ki Te Rangi (“Ojos que Miran El Cielo”). El nombre conocido internacionalmente como Isla de Pascua le llegó a través del navegante holandés Jacob Roggeween quien la avistó el 5 de abril de 1722, día de la festividad religiosa cristiana de Pascua de Resurrección y la bautizó “Paasers” en holandés, luego traducido a “Pascua”. Con la llegada del español Felipe Gonzáles, 48 años después, se realizaron los primeros estudios y registros, en los cuales los españoles indicaron como dato curioso que los habitantes de la isla eran muy distintos de los habitantes de las Américas, y que más bien parecían europeos. La tradición informa que los primeros que llegaron a la isla tenían el pelo rojo, largas orejas y la piel blanca, (coincidencia casi universal en los textos ancestrales de todo el mundo), que fueron constructores de gigantescas estatuas, y que desaparecieron hace mucho tiempo. Los nativos descubiertos por el holandés Roggeween, sumaban unos 4.000, pero 50 años después habían sido reducidos a 111 debido a la irrupción de traficantes de esclavos que se llevaron a Perú a todos los hombres físicamente capaces y con ellos, toda esperanza de transmisión de antiguas tradiciones y conocimientos. Las leyendas actuales son contradictorias en muchos aspectos, y se encuentran muy contaminadas, tanto por las mezclas raciales como por las múltiples invasiones de culturas, tecnologías y religiones foráneas. Los aborígenes practican desde antiguos tiempos, al igual que lo hacían los incas en Perú, el alargamiento de sus orejas como símbolo de distinción de clase.  

Nativos de Tez Blanca

Los isleños afirman descender de la raza de “Los Orejas Largas”, supuestos primeros habitantes de Pascua, y celebran ritos que tienen la finalidad de mantener la tez blanca en algunos jóvenes elegidos, en honor al recuerdo de aquellos dioses blancos que instruyeron a diversas culturas del planeta. Esta versión se contrapone con la que es considerada la tradición más antigua registrada y con mayor apoyo histórico y genético, que describe que ambos, orejas largas y cortas, llegaron juntos a Pascua procedentes de una mítica isla (Hiva) que se hundió en el mar. Un isleño le dijo al arqueólogo noruego Thor Heyerdall (cuya traducción puede ser considerada bastante confiable pues su esposa era indonesia y hablaba perfectamente el idioma) que los primeros habitantes de la isla eran los sobrevivientes de la primer raza del mundo, que eran muy grandes, de largos brazos, pechos fuertes y sin pelos, cabellos amarillos y largas orejas aunque sin lóbulos estirados, y “muy brillantes”. Muchos arqueólogos que han trabajado en Pascua aceptan que existen ciertos rastros aparentes de un pueblo antediluviano “con un conocimiento superior de un mundo totalmente diferente” (sic del famoso investigador Francis Maziére), que según los nativos, existía entre las estrellas.

Moais: Ojos que miran al cielo…

Los nativos idolatran los moais, especie de esfinges gigantescas, venerándolos como a “dioses o intermediarios entre los dioses y los hombres. Sostienen que su función principal era conectar el “maná”, energía procedente de las estrellas, con la terrestre, acumulándolo en sus plataformas (“ahus”) para conseguir de él los más diversos poderes. Al igual que ocurriera con el estudio serio de otras ruinas megalíticas, se determinó (Belmonte / Edwards) que muchos moais miraban originalmente la salida y puesta del sol en solsticios y equinoccios (o incluso podían predecirlos, si se traza una línea imaginaria entre una roca descubierta en la isla como destinada a complejas mediciones solares y lo alto del moai que la “protege”) o estrellas como las Pléyades (“Matariki” en rapanui) o el Cinturón de Orión “Tautoru”, alineándose – como para nosotros no podría ser de otra manera – con el resto de las culturas ancestrales que otorgaban una importancia excepcional a los alineamientos cósmico-telúricos y a las rutas estelares, porque guardaban una íntima relación con el tipo de energía que administraban y que les daba acceso a poderes para nosotros aún inimaginables. Los rapanuis consideran los moais estatuas vivientes y creen que a todo arqueólogo que ose perturbarlos o desvelar sus secretos, sufrirá una maldición, y, al igual que con la tumba egipcia de Tutankamon, se han producido trágicas muertes de varios estudiosos de los monumentos: el británico James Cook y el francés Francois de La Pérouse fueron asesinados, el chileno Max Puelma murió tras golpearse la cabeza con un moai de madera, el investigador Alfred Méltraux se suicidó, y la arqueóloga Katherine Routledge terminó sus días demente y asegurando que los espíritus de los moais le hablaban. En el sistema de creencias rapanui, quienes incumplen prohibiciones esenciales son castigados incluso hasta la muerte por los Aku Aku, espíritus burlones de rostros grotescos, costillas y columnas muy marcadas, cejas enormes, cuerpo encorvado, nariz aguileña, mentones sobresalientes, orejas y brazos largos y ojos desorbitados, impiadosos vigilantes de que se mantenga el respeto por los lugares sagrados. En la isla se han descubierto aproximadamente unos 900 moais, diseminados y colocados en diferentes posiciones originales, orientaciones que actualmente se han perdido en todos ellos, quedando algunos tumbados y otros enterrados o hundidos cerca de la costa en el mar. Existe constancia de que en 1957 los tripulantes de un navío chileno intentaron llevarse un moai a bordo y al intentar cargarlo los amarres cedieron y acabó en el fondo del mar a 90 metros de profundidad), pero conservando siempre esa mirada hacia el cielo como esperando algo, o a alguien. Los moai terminados más altos de la isla de Pascua son uno de una altura 3,90 m y 140 toneladas de peso , otro de 9,80 m de altura que pesa 82 toneladas y un tercero ubicado en una zona llamada Ahu Hanga Te Tenga de 9,94 metros de alto y 85 toneladas de peso. Pero el moai más gigantesco se encuentra aún en su cantera (junto con otros 396 no terminados y abandonados abruptamente sin conocerse la razón): tiene 22 metros de altura y pesa 250 toneladas y tiene nalgas, un rasgo muy escaso en los moais, mientras el más pequeño de todos tiene 1,13 m de altura y una media de 6 toneladas. La media general de los moais es de una altura de 4 metros, un ancho de metro y medio, una profundidad de entierro 90 cm., un volumen de 6 m3 y un peso 13 toneladas. En su mayoría originalmente llevaban una especie de gorro de material volcánico cuyo peso era de unos 2500 kilos, lo cual aumenta aún más la media de estas gigantescas moles. Se colocaban sobre plataformas llamadas ahus con sus rostros mirando hacia el interior de la isla (como custodiándola), y a continuación se les encajaba sus ojos, hechos de coral o roca volcánica roja. Existen localizados hasta ahora 10 moais de rasgos evidentemente femeninos, caracterizados por senos y vulvas muy marcadas.También se encontró en cantera un moai con perilla “faraónica” al estilo de las representaciones de “falsa barba” del antiguo Egipto, como en el caso del faraón Akenatón. Muchos investigadores han apuntado enormes semejanzas con estatuas Olmecas, y también con aquéllas que se erigen en Tiahuanaco, la ciudad que rigió durante 27 siglos o con las de la cultura Chachapoyas (también de insólita tez blanca), asentada en las profundidades del Amazonas peruano. El parecido de los sarcófagos que utilizan estos últimos con las estatuas de la isla de Pascua es tan asombroso como indiscutible. Nadie hasta el momento ha podido descifrar como se transportaron (algunos colocados sobre pendientes de hasta 90 metros de altura), ni se han hallado herramientas de construcción metálicas. La Toba, el material volcánico con que se realizaron es tan duro como la diorita, por lo cual su tallado (además de un corte y terminado insólitamente suave y exquisito) habría requerido de herramientas muy sofisticadas y resistentes. Incluso el más grande de todos los hallados hasta ahora en la cantera principal del volcán Ranu Raraku, fue tallado en roca de traquita, una piedra mucho más dura que la toba, y en este caso su confección es, por decirlo moderadamente, imposible. La refutable y recurrente teoría arqueológica de que se trataba de “monumentos funerarios”) para representar determinados pobladores ilustres de la isla quedó en este caso rápida y contundentemente destruida por el simple hecho de que hay casi 1.000 moais y en el momento de la construcción la población total de la isla no llegaba a 2.500 personas, además del hecho de que su confección es idéntica, sin rasgos identificatorios individualizados, lo cual demuestra la intención de representar un arquetipo. Los moais se encuentran distribuidos estratégicamente rodeando los altos acantilados de la isla y a lo largo de varios antiguos caminos, pero su mayor concentración tiene lugar en las laderas del volcán Ranu Raraku, con sus narices y sus delgados labios proyectados hacia el cielo con un gesto entre sabio y burlón. Su apariencia misma esconde misterio, ya que representan seres de enormes cabezas y orejas, largos dedos y pequeños cuerpos, que dada su uniformidad, difícilmente reflejen una determinada licencia artística de sus creadores. Respecto a su transporte, los arqueólogos tradicionales, más cuadrados que Bob Esponja, no dudaron en repetir, sin ponerse colorados, las mismas torpes teorías que para la construcción de las pirámides y de cualquier otra arquitectura imposible: uso de trineo o de rodillos de madera, balanceo por cuerdas…increíble, y a la vez inconcebible, las irrespetuosas elucubraciones que se han dejado imprimir en serios libros de texto de estudio a estos supuestos expertos. Ni hablar del prodigio inexplicable de colocarle a las estatuas sus sombreros, de varias toneladas de peso, ante el cual la ciencia dominante, por suerte, calla. Varios tozudos arqueólogos intentaron demostrar sus espantosas teorías intentando mover moais sobre trineos, boca arriba, boca abajo, horizontalmente o recostados, fracasando, obviamente, de manera estrepitosa. El proyecto más “tendencioso” y falaz fue el que llevara a cabo la estadounidense Jo Anne Van Tilburg, quien consiguió que un grupo de escultores locales construyeran un moai “mediano” (4 metros de alto y 10 toneladas de peso), 
Lo recostaran sobre un trineo de troncos deslizable sobre rodillos de madera e intentaran desplazarlo. Logró moverlo…sólo 200 metros… sólo sobre terreno llano…y con las mellas y golpes del caso, abollones que no presenta ningún moai “original”. El arqueólogo “clásico” es infalible: llega con la respuesta puesta, y sólo busca encontrar las pruebas que se acomoden a ésta. Humano, demasiado humano… Las leyendas locales refieren, ora que sus creadores los transportaron con naves voladoras, ora que las estatuas mismas se levantaban merced a un poder sobrenatural y caminaban hasta los lugares más inasequibles de la isla. 


Las tablillas Rongo Rongo

El misionero Eugéne Eyraud fue el primero en notar suspicazmente unas tabletas de madera con toda clase de jeroglíficos colocadas en las puertas de las casas de los aborígenes y las relacionó con restos de un antiguo sistema de escritura de una lengua muerta siglos atrás. Efectivamente, se trata de un antiquísimo alfabeto, conocido como las “tablillas Rongo Rongo”, que nadie ha podido decodificar en absoluto y que, según dudosas afirmaciones locales, narraban la historia de la isla pero sólo podían ser leídos por iniciados en los secretos de la tradición.
Tal vez éste sea el eslabón perdido que conecta la isla con su pasado histórico, las fechas y la manera en que arribaron sus primeros moradores.  Los esclavistas de diversas nacionalidades que invadieron la isla entre 1862 y 1863, se llevaron a los pocos habitantes originales que tal vez habrían podido leer el Rongo-Rongo. No obstante, esta escritura muestra un sorprendente parecido con la del Valle del Indo, utilizada en grandes ciudades de aquel entonces como Mohenjo Daro o Harappa, en el actual Paquistán, hace más de 5.000 años. Si consideramos que todas estas culturas nacieron de un tronco común, y de una cultura globalizada, tanto tecnológica como culturalmente que debió modificar su hábitat por efectos de una catástrofe de proporciones gigantescas. Esto también explica la repentina aparición “de la nada “de culturas impresionantes en lugares como el Nilo (los egipcios), Mesopotamia los sumerios, el Indo, Creta o Chipre, todas ellas hablando de una gran inundación en su patria originaria. Esta manera de pensar elimina las inútiles especulaciones sobre si los sumerios navegaron hasta América o los Olmecas hasta el Valle del Indo, si la lengua primigenia de la humanidad fue el sánscrito o el aymará: en realidad, originalmente todos “navegaban” en un mundo uniforme y tecnológico. 

ORÍGENES DE LOS CONSTRUCTORES DE ESTATUAS 


En el folclore isleño sobreviven contradictoriamente varios recuerdos que superponen la procedencia de los constructores de las estatuas: algunos dicen que provenían desde Perú (procedentes de una tierra llamada Mare-Toe-Hau que significa “cementerio”), otros que desde el grupo tahitiano de islas de Polinesia, pero la que es considerada leyenda fundacional asegura que el dios creador del mundo, Make-Make (deidad que no guarda similitud con ninguna otra en el mundo, pero cuyo nombre inevitablemente recuerda al término inglés “make”, que significa hacer, o mutatis mutandi “hacedor”)se apareció en sueños al sumo sacerdote de la enorme isla de Hiva, Hau Maka, y le habló advirtiéndole que el lugar sería tragado por las aguas, hecho que el sacerdote comunicó a su rey Hotu Matu, quien le encomendó hallase un lugar donde refugiarse. Hiva Hau Maka, viajando astralmente, le señaló su elección: la actual Isla de Pascua, donde el monarca envió a sus siete hijos a explorar (representados aparentemente por los sietes moais de Ahu Akivi, unos de los pocos monumentos orientados hacia el mar, quizás dirigiendo su mirada hacia el hogar perdido bajo las aguas). Habiendo dado el visto bueno a su padre, éste desembarcó en Pascua “con su tocado de plumas (¿”serpiente emplumada”?) su larga cabellera jamás cortada, su bastón de mando y sus dos emblemas: el corazón y la luna creciente”. Igualmente cabe destacar que todas las versiones fueron recogidas verbalmente de personas que sólo eran capaces de afirmar conocer sus tradiciones ancestrales sin poder ofrecer ninguna prueba al respecto, y generalmente a través de traductores improvisados que tampoco podían garantizar una mayor exactitud que la de sus deseos de satisfacer a sus interlocutores.
Make-Make, El “Dios Hacedor de Todo” – Ritual del Hombre Pájaro. Orongo es una aldea ceremonial de 53 casas de piedra plagada de antiguos petroglifos con seres mitad hombre y mitad pájaro, ubicada en la cima del volcán Rano Kau, que permanece deshabitada todo el año menos en el mes de julio, durante el llamado período ritual que originalmente comenzaba el 21 de junio coincidentemente con el ascenso de las Pléyades en el solsticio de invierno, que es cuando se celebra el enigmático “Ritual del Hombre-Pájaro”, según recientes estudios antropológicos contemporáneo a la construcción de los moais conmemorando la llegada del rey fundador, Hotu Matu desde la mítica isla de Hiva. El evento consiste en que representantes de distintos clanes compitan por el primer huevo de un gaviotín apizarrado que según la leyenda fue transportado hasta allí por el propio dios primigenio hacedor Make-Make. Los participantes descienden un escarpado acantilado de 300 metros de altura, se zambullen en las aguas del océano nadando hasta un islote llamado Motu Nui y desde allí traen el primer huevo de gaviotín, si es que logran sobrevivir a las corrientes marinas. El que lo consigue en primer término se lleva la victoria, y el “premio” consiste en peregrinar hasta la cima del Volcán Rano Raraku y permanecer allí hasta la siguiente temporada, en compañía de un sacerdote que lo asistirá y alimentará. Su clan cría el polluelo que nace del mencionado huevo y luego lo liberan con una tela roja en su cuello en dirección a la isla de Hiva.

Carreteras, Esferas, Muros y Túneles Subterráneos. 

El enigma moai está lejos de ser el único misterio de la isla: Se han descubierto también en Pascua tres grandes antiguas carreteras con curiosa forma de “V” de una confección compleja y una arquitectura sofisticada. Asimismo, junto a uno de los moai que aparentemente fue el último en ser derribado durante los antiguos y confusos episodios sociales ya comentados aparece la perfecta esfera que vemos en la foto de arriba, con un pulido perfecto y el mismo estilo que esferas similares encontradas en todo el mundo, de origen y utilidad desconocida. También un monumento llamado Vinapú, voz que no tiene traducción ni etimología en las lenguas nativas de Rapa Nui ni en las polinesias pero que sin embargo en quechua significa “licor que embriaga fuertemente”, y que al verlo evoca inmediatamente las arquitecturas megalíticas diseminadas por todo el planeta, con sus piedras que no dejan pasar ni un alfiler entre sus juntas (ni siquiera los líquenes que crecen a su alrededor) encajando a la perfección pese a sus formas y ángulos manifiestamente irregulares Pero el misterio arqueológico que suele pasar más desapercibido para el visitante es un mundo invisible de grutas y corredores ocultos por las capas volcánicas que perforan el lugar silenciosamente desde hace milenios, un submundo de kilómetros y kilómetros de galerías en cuyo interior tenían lugar ceremonias y ritos como lo descubrió Katherine Routledge (autora de la primer investigación de las islas) quien junto a mapas estelares grabados en las rocas los antiguos rapanuis habían cartografiado casi todo el cielo visible desde la isla descubrió una cueva secreta donde los antiguos sacerdotes iniciaban a los aprendices en los misterios energéticos, estelares y sobrenaturales. Estas perforaciones comunicaban la isla con el mar, y se cree que en la época en que las leyendas se originaron, las vías subterráneas pudieron tener alguna otra utilidad como comunicar la isla con otras, o tal vez con mundos subterráneos, el mítico “inframundo” presente en todas las culturas ancestrales. En los últimos años varios equipos de arqueólogos han estudiado estas grutas, destacándose especialmente los formados por investigadores polacos y por el equipo internacional dirigido por el espeleólogo vasco Jabier Les, que pertenece a la “Sociedad de Ciencias Espeleológicas Alfonso Antxia” del País Vasco (norte de España), cartografiando kilómetros de galerías en la que constituye una de las cavernas más extensas del mundo, y realizando numerosos hallazgos, incluidas pictografías, petroglifos y el descubrimiento de invertebrados desconocidos. En sus apenas 165 kilómetros cuadrados de extensión, sus tres sistemas volcánicos han originado un impresionante laberinto subterráneo, formado por miles de tubos volcánicos que derivan en alrededor de mil cavidades, la mayoría de las cuales hasta ahora nunca habían sido exploradas. 

 Encuentros Ceranos y Secretos


 Toda clase de experiencias anómalas se registran en la Isla de Pascua, incluidos los ya relatados desagradables encuentros con los diablillos Aku Aku, o los “varuas”, espíritus errantes de los muertos que violaron algún tabú esencial, como así también espectaculares avistamientos de aparatos voladores surgiendo desde la profundidad de los volcanes o de las aguas del Pacífico. Pero un testimonio dado por una pascuense de nombre Veri Ica, hace presuponer también (en la medida en que se elija creer en la veracidad de su relato) la existencia de una sociedad secreta rapanui que conserva muchos más conocimientos de los que admiten públicamente. Veamos: En 1950, Veri Ica, conocida escritora y poeta en lengua rapanui, siendo niña protagonizó un encuentro cercano cuando caminaba de vuelta del aeropuerto en compañía de su padre, que trabajaba allí. Se escuchó un fuerte ruido y al girar la cabeza, Veri Ica vio un aparato volador de unos cinco metros de ancho por otros tantos de alto, suspendido sobre un cerro, y que a continuación sobrevoló sobre sus cabezas para finalmente aterrizar en un terreno cercano a una casa. En el mismo lugar del aterrizaje se encontraba un hombre con aspecto indudablemente rapanui que vestía camisa blanca y pantalones y daba la sensación de estar esperando la llegada del OVNI.
“Entonces se abrió una portezuela – relata Veri – y del aparatos salieron dos seres de unos dos metros de altura de tez muy blanca con un traje plateado de una sola pieza pegado a sus cuerpos que le cubrían manos y orejas.” Los alienígenas notaron la presencia de Veri y su padre pero no se inmutaron en lo más mínimo y en cambio comenzaron a charlar con toda naturalidad con el rapanui, dirigiéndose luego los tres al interior de la nave que despegó alejándose velozmente. 

Tomado del texto original de está pagina:

http://asusta2.com.ar/2013/06/24/isla-de-pascua-rapa-nui-ovnis-extraterrestres/

lunes, 29 de julio de 2013

Los Indios Hopies


Los Indios Hopies 




Esparcidos por los Estados de Arizona y de Nuevo México existen todavía 18 mil indios hopi. Los hopi son considerados indios especiales de la América del Norte, tanto por el avanzado aprendizaje cultural de sus antecedentes pre-colombinos, como por los extraños complejos de moradas en la roca. En el “Book of the Hopi” (de Frank Waters, Nueva York, 1963), se lee que para aquella tribu el primer mundo habría sido el cosmos infinito, donde existiría Taiowa, el creador. Sus ancestros habrían conocido diversos mundos antes de escoger la Tierra. Una leyenda hopi citada en este libro cuenta que en los tiempos antiguos hubo una lucha por la Ciudad Roja del Sur, y que todas las tribus eran formadas por “kachinas” –seres no-humanos y no- terrestres– que actuaban como consejeros y protectores de la tribu. A cierta altura de los acontecimientos, los hopis habrían sido cercados por enemigos en la Ciudad Roja del Sur, cuando entonces fueron auxiliados por los kachinas, que providenciaron túneles subterráneos en tiempo record. Después los hopi se retiraron, a través de esos túneles, por detrás de esas líneas enemigas, los kachinas así habrían hablado: “vamos a quedar aquí para defender la ciudad. Todavía no llegó la hora de nuestro viaje para nuestro planeta distante”. Los dioses tutelares de esa tribu, que los Hopi llamaban Kachinas, ayudaron a los sobrevivientes, transportándolos a lugar seguro a bordo de "los escudos voladores", naves circulares potentísimas con las que, los guías espaciales eran capaces de transportarse a su planeta de origen, circunvolar la tierra y aterrizar en cualquier lugar... como te darás cuenta, los Hopi también hablan de los dioses astronautas, más curioso es que esa tribu se relaciona directamente con los mayas... De acuerdo con el ingeniero Josef Bulmrich, quien ha estudiado durante más de una década las tradiciones Hopi, los sobrevivientes del holocausto fueron llevados a América por los Kachinas, en dónde dieron origen a culturas como la India, los mayas, los olmecas, los aztecas y, por supuesto, los hopis mismos. Así por ejemplo, refiriéndose a lo que actualmente es Yucatán, los Hopi dicen que sus selvas estuvieron dominadas por el clan de la serpiente, y sus poblados se guiaron por el culto de la serpiente emplumada. A su vez, el clan de los osos y de los coyotes se dirigieron más al norte, dando origen a los hopi y a otras tribus pieles rojas


Pero... ¿acaso los hopi tienen también un libro sagrado en dónde esté asentado todo esto? No, tan preciosa información se ha conservado solo mediante tradiciones orales. Pero aún en la actualidad siguen tan vivos esos recuerdos que cuando Blumrich mostró a miembros de esa tribu fotos de lss ciudades mayas, estos las reconocieron, irrumpiendo en gritos de júbilo. Resultan sorprendentes las afinidades entre las tradiciones Hopi y lo que refieren los textos mayas sobre los seres del cosmos, los maestros del cielo que los Hopi llamaban Kachinas: "Los Kachinas eran seres de gran sabiduría, siempre dispuestos a ayudar y procedían de un planeta lejano..." Por otra parte, en el Chilam Balaam puede leerse: "Esta es la memoria de cómo vino Hunas Ku, deidad única, y Oxlahun Tiku, la deidad inmensa, que inpartieron sus conocimientos a los sacerdotes del culto solar..."
Tomando todo esto en cuenta, ya no resultan tan incongruentes las teorías de Däniken...En efecto: el contacto de los mayas primitivos con seres extraterrestres a quienes ellos tomaron por dioses, ofrece la única explicación que puede responder no sólo a numerosos misterios de la civilización Maya a los que nadie ha dado respuesta, sino que aclara en forma definitiva, al enigmática conducta que llevó a los mayas a abandonar todas las ciudades del antiguo imperio. En efecto, al aceptar que este pueblo recibió la visita de los "dioses", que tras legarles su ciencia, partieron con la promesa de volver, es fácil imaginar cómo, según la enseñanza de los sacerdotes, los "dioses" llegarían de nuevo para una nueva estadía entre los mayas cuando los edificios de sus nuevas ciudades estuvieran terminados .
Así los sacerdotes iniciaban de continuo al pueblo a construir y construir... Hasta que llegó la fecha del retorno de los "dioses" y éstos no llegaron...
Numerosos esclavos y doncellas fueron sacrificados, se multiplicaron las oraciones y las ofrendas.... Pero el armamento seguía vacío y no aparecía la "serpiente emplumada" tan ansiosamente esperada. Pasó el tiempo y la promesa no se realizó... No es difícil imaginar la desilusión del pueblo maya y sus sacerdotes...Todo el trabajo de siglos había sido en vano y debió seguir la duda; ¿Había un error en los cálculos astronómicos?, ¿Aparecerían los dioses en otro lugar y momento?...
Así decepcionados por sus dioses, los mayas abandonaron el antiguo imperio para fundar otros nuevos templos, pirámides, ciudades enteras fueron edificadas una y otra vez... Es evidente que aún no disponemos de suficientes pruebas, de que los mayas tuvieron relación con inteligencias extraterrestres; pero también es cierto que no hay pruebas de lo contrario. Y en cambio, cada día son más las preguntas sin respuesta: ¿Como conocían los mayas la existencia de Urano y Neptuno?, ¿Se trata efectivamente de un cosmonauta el personaje grabado en la Losa de Palenque (Chiapas)?, ¿Qué significado tiene que el calendario maya se remonte a 400 millones de años atrás?, ¿Cómo pudieron los mayas calcular el año solar y el venusino con un margen de error de 0.0001?.

Los Kachina 

Kachina, katchina, katcina, o katsina son un elemento de la religión y la cosmogonía de los indios pueblo de Occidente, entre los cuales se incluyen los Hopi, los Zuñi, los Tiwa (en la Reserva Hopi), los Acoma, y los Laguna. En épocas posteriores, el culto a los kachina se ha extendido al este entre las tribus Pueblo, por ejemplo, de la tribu Laguna a la tribu Isleta. En hopi, la palabra qatsina literalmente significa “portadora de vida”, y puede ser cualquier cosa existente en el mundo natural. Un kachina puede ser cualquier cosa; desde un elemento, a una cualidad, a un fenómeno natural, o un concepto. Hay más de 400 diferentes kachinas en la cultura los hopi y los Pueblo.
Los indios Hopi han habitado tres grandes colinas del norte de Arizona durante más de mil años. Sus leyendas también hacen referencia a vehículos aéreos cuyo origen atribuyen al cinturón de Orión. Según la mitología los Hopi, los Kachina se transportaban usando algo que ellos describen como escudos voladores llamados paatuwvota, que existieron en el Tercer Mundo, una era anterior destruida por un inmenso diluvio. Ésa fue la época en que se construyeron las grandes ciudades y rutas de comercio, y la civilización estaba floreciendo.
Observamos en este punto, similitudes con la cultura judeocristiana (diluvio universal) o los textos hindúes como el Ramayana y el Mahabharata que describen aeronaves llamadas Vimanas que fueron utilizadas para la batalla. Tambien en Egipto en la pared de un templo egipcio de 3.000 años de antigüedad, en Abydos, hay representaciones de lo que parecen ser aviones modernos y helicópteros. Discos de piedra acanalados encontrados en cuevas en la frontera chino-tibetana cuentan de una raza no humana llamada los Dropas cuya nave espacial llegó a la Tierra hace 12.000 años.
En una alocución ante las Naciones Unidas, Thomas Banyacya del clan Hopi Coyote dijo:
El pueblo Kachina inventó muchas máquinas y comodidades de alta tecnología, algunas de las cuales no se han visto todavía en esta era.
En una leyenda el escudo volante es asociado con Sotuknang, el dios Hopi del cielo. Al parecer un diluvio devastador había destruido Palatkwapi, “la ciudad roja del sur” situada posiblemente en el territorio de piedra roja cerca de Sedona, Arizona. Poco después, un hermano llamado Tiwahongva y su hermana Tawiayisnima, que fueron olvidados en el caos y dejados atrás por sus padres que iban huyendo, emprendieron un viaje para encontrarlos. Por la tarde, ellos decidieron acampar. Estaban abriendo un atado para la cena cuando oyeron un gran estruendo sobre sus cabezas. Los niños quedaron muy asustados, preguntándose qué podría ser esa cosa extraña. El hermano sostuvo a su hermana fuerte contra su pecho cuando un fantástico ser descendió desde los cielos. Llevaba un traje que relucía como el hielo en tanto que su cabeza y cara brillaban como una estrella. (curiosas similitudes con las pinturas rupestres de Tassili, Kosovo y tantos otros lugares en el planeta, sin olvidar el “halo sagrado” que corona a los Santos en las religiones cristianas.
El ser habló:

No tengan miedo. Mi nombre es Sotuknang. Debido a mi compasión por su difícil situación, he venido a ayudarlos. Suban a mi paatuwvota y permítannos continuar nuestro camino

Él los subió entonces sobre su escudo volador bien alto en el cielo de manera que ellos pudieran ver así por muchas millas alrededor.
Dándoles de comer melones maduros a los niños hambrientos, el ser les dijo que debían tener fe en él y en sus enseñanzas que llegarían después a través de sus sueños. Finalmente, aterrizó a corta distancia del pueblo en que su madre y su padre se habían establecido, y despidiéndose de los jóvenes, voló de nuevo hacia las nubes. Agradecidos por siempre con el dios del cielo, el hermano y la hermana caminaron hasta el pueblo para reunirse con sus padres.
La palabra tuwvota significa este tipo de escudo específicamente. Por extraño que parezca, el concepto de la guerra en la ideología de los Hopi está relacionado con las estrellas. El uso de tuwvota en lugar de la palabra más común para “disco” o “círculo” hace pensar por lo tanto en un origen celestial para el paatuwvota.
Puesto que el término Hopi paa significa “agua”, paatuwvota posiblemente se refiere a los anillos concéntricos que se expanden en el agua. Ésta podría ser una descripción metafórica para el modo en que el peculiar dispositivo de aerotransporte parecía funcionar. La palabra patuka , o “huso”, también puede describir el movimiento de hilado del escudo. Además, el prefijo pa – denota “maravilla” o “temor”. Para la gente del desierto, “maravilla” equivale a “agua”, pero pa – quizás hace pensar en la reacción ante este extraordinario medio de transporte. En su libro Mexico Mystique, Frank Waters, un experto no indio en los Hopi, escribe:
En la Segunda Colina cerca de Mishongnovi un antiguo petroglifo describe un objeto con forma de domo que descansa sobre una flecha que parece querer representar el viaje a través del espacio, y la cabeza de una doncella Hopi que representa pureza prístina. Como los Hopi creen que otros planetas están habitados, este petroglifo representa un paatuwvota o un ‘escudo volante’ similar a un ‘platillo volador’ que vino aquí en el Comienzo. Así como ahora en el Final los sagrados llegarán de otro planeta, dicho sea Venus, en platillos voladores. Muchos tradicionalistas Hopi han reportado recientemente avistamientos de platillos voladores, todos pilotados por los seres que ellos llaman kachinas. Es muy importente resaltar que para los Hopi, los Kachinas, no son dioses en sí sino espíritus que actúan como mediadores entre los dioses y los humanos. Ellos pueden tomar la forma de cualquier animal, planta, cuerpo celestial, o criatura de otro mundo. Durante la primavera y principios del verano los Hopi realizan un ciclo ceremonial de bailes de máscaras kachina como una súplica por la lluvia y el bienestar general de la tribu. Por tanto y si comparamos mitologías, estos seres son parecidos a los ángeles caídos (o los vigilantes) de la Biblia (ver Génesis 6:1-4), los Kachinas fueron a veces conocidos por aparearse con las mujeres Hopi, tal y como se describe en el Génesis de la Biblia.Un mito de los Hopi versa sobre una novia joven que acompaña a su apuesto marido Kana kachina de regreso a su pueblo de Mishongnovi en un escudo volante. “Cuando el escudo se elevó, todo los kachinas lanzaron un grito bullicioso. El espectáculo era increíble; toda clase de kachina imaginable estaba presente. De repente, cuando la pareja voló a lo largo, los relámpagos fueron visibles en el aire y pudo oírse el estruendo del trueno. Cuando el escudo subió muy alto, la llovizna empezó a caer. Los kachinas estaban acompañándolos ahora… Los padres (de ella) habían subido al borde de la colina en este momento para observar. Mirando hacia abajo desde el borde de la colina, ellos vieron un número increíble de gente que venía del otro lado de la llanura. Para su gran asombro eran todos kachinas, cantando y gritando en un pandemónium.”
Este pasaje se tomó de un libro llamado Earth Fire: A Hopi Legend of the Sunset Crater Eruption escrito en co-autoría por Ekkehart Malotki, un profesor, blanco, de idiomas de la Universidad de Arizona del Norte, y Michael Lomatuwayima, un Hopi de de Hotevilla, la aldea sagrada de la Tercera Colina . El Kana Kachina está asociado con la erupción volcánica que empieza en el 1064 AD que creó el ahora extinto Sunset Crater localizado cerca de San Francisco Peaks. Otras sesenta millas más al nordeste, una gran piedra rectangular debajo del pueblo de Mishongnovi también es conocida como “la casa del Kana Kachina”.
A medida que el séquito avanzaba desde los picos “kachina” hacia la Segunda Colina, llevaban una cantidad grande de maíz y melones en sus espaldas como regalos para los Hopi. Este variado grupo de mensajeros divinos debe de haber sido una hermosa vista. De hecho, los Hopi a veces se refieren a los kachinas como “las hermosas criaturas” Esta designación no sólo da énfasis a su apariencia estéticamente agradable sino también a su papel como entidades reales en un sistema de parentesco. En 1998, el anfitrión del programa de entrevistas de radio Art Bell entrevistó a dos miembros del consejo Hopi que declararon que sus remotos antepasados sabían cómo viajar a otros planetas. Ellos también dijeron que durante el Fin de los Tiempos nosotros seríamos visitados por “la gente de afuera” de la Tierra que tiene una tecnología avanzada.



DIOSES AZTECAS ¿O EXTRATERRESTRES?


DIOSES AZTECAS ¿O EXTRATERRESTRES? 

Eran los dioses que formaban la dualidad creadora en la religión mexica. Miguel León-Portilla traduce a Ometéotl/Omecihuatl como Señor/Señora de la dualidad, implicando un solo dios de carácter dual. Ometecuhtli, representa la esencia masculina de la creación. Es esposo de Omecihuatl y padre de:

  • Tezcatlipoca rojo (Xipe Tótec),
  • Tezcatlipoca negro (Tezcatlipoca),
  • Tezcatlipoca blanco (Quetzalcóatl), y
  • Tezcatlipoca azul (Huitzilopochtli).

Omecihuatl (Mujer dos, Señora de la Dualidad), diosa que representa la esencia femenina de la creación en la religión mexica. Esposa de Ometecuhtli. También se le conoce como tonacacihuatl, Señora de nuestra carne. 

Ometeótl es también llamado “in Tonan, in Totah, Huehueteotl“, “Madre nuestra, Padre nuestro, Viejo Dios”. Reside en el Omeyocan, como dualidad y unidad masculino-femenina, “el Sitio de la Dualidad“, que, a su vez, ocupa el más alto lugar de los cielos.
Él/ella es padre/madre del Universo y cuanto hay en él. Como “Señor y Señora de Nuestra Carne y Sustento“, suministra la energía cósmica universal de la que todas las cosas derivan, así como la continuidad de su existencia y sustento.
En virtud de estos atributos que se lo/la llama “el Uno Mediante Quien Todos Vivimos” y el/la que “es el verdadero ser de todas las cosas, preservándolas y nutriéndolas“. Ometéotl es llamado/a Tloque Nahuaque, amo de lo cercano y lo lejano o el/la que está cerca de todas las cosas y de quien todas las cosas están cerca. También se lo/la llama Yohualli-ehecátl, Uno que es Invisible (como la noche) e Intangible/Impalpable (como el viento). También recibe los nombres de Moyocoyatzin, “el inventor de sí mismo” e Ipalnemohuani, “el dador de vida”. 

Tezcatlipoca: “Espejo que Humea” 


Es el nombre de las 4 primeras deidades de los azteca, hijos de Ometecuhtli y Omecíhuatl. Cada uno de los 4 tenía un color privativo.

Huitchilopochtli. Era el numen solar, principal deidad de los mexica; llevaba una serpiente de fuego (¿laser?) como arma y su color era azul (como muchos otros dioses ¿o extraterrestres de “sangre azul”?).Para revitalizarlo se realizaban las guerras floridas, que se hacían con el único objetivo de capturar prisioneros que se sacrificaban en su honor.

“NACIMIENTO DE HUITZILOPOCHTLI”


(…) En Coatepec (Cerro de la Serpiente), por el rumbo de Tula, había estado viviendo, allí habitaba una mujer de nombre Coatlicue. Era madre de los Cuatrocientos surianos (del Sur) y de una hermana de estos de nombre Coyolxauhqui.
Y esta Coatlicue allí hacía penitencia, barría tenía a su cargo el barrer, así hacía penitencia, en Coatepec, la Montaña de la Serpiente, y una vez, cuando barría Coatlicue, sobre ella bajo un plumaje, como una bola de plumas finas en seguida lo recogió Coatlicue, lo colocó en su seno. Cuando termino de barrer, buscó la pluma, que había colocado en su seno, pero nada vio allí. En ese momento Coatlicue quedó encinta. Al ver los cuatrocientos surianos que su madre estaba en cinta, mucho se enojaron, dijeron: “¿Quién le ha hecho esto?. ¿Quién la dejó encinta? Nos afrenta, nos deshonra”. Y su hermana Coyolxauhqui les dijo: “Hermanos, ella no ha deshonrado, hemos de matar a nuestra madre, la perversa que se encuentra ya encinta. ¿Quién le hizo lo que lleva en el seno?”
Cuando supo esto Coatlicue, mucho se espantó, mucho se entristeció. Pero su hijo Huitzilopochtli, que estaba en su seno, le confortaba, le decía: “No temas yo sé lo que tengo que hacer”. Y cuando finalmente estuvieron de acuerdo, estuvieron resueltos los 400 surianos a matar, a acabar con su madre, luego se pusieron en movimiento, los guiaba Coyolxauhqui. Iban bien robustecidos, ataviados, guarnecidos para la guerra…Luego se pusieron en movimiento, iban en orden, en fila, en ordenado escuadrón los guiaba Coyolxauhqui. En ese momento nació Huitzilopochtli, se vistió sus atavíos, su escudo de plumas de águila, sus dardos, su lanzadardos azul, el llamado lanza dardos de turquesa, se pintó su rostro… Y uno de sus pies, el izquierdo, era enjuto, llevaba una sandalia cubierta de plumas…

Huitzilopochtli, dios azteca del Sol Códice 
telleriano-Remensis

Y el llamado Tochancalqui, puso fuego a la serpiente hecha de teas llamada Xiucoatl (¿un arma de alta tecnología extraterrestre?), que obedecía a Huitzilopochtli. Luego con ella hirió a Coyolxauhqui, le cortó la cabeza, la cual vino a quedar abandonada en la ladera de Coatepec, montaña de la serpiente. Otra versión dice que: Huitzilopochtli tomó la cabeza de su hermana y la arrojó al cielo, con lo que se convirtió en la Luna, siendo Huitzilopochtli el Sol. El cuerpo de Coyolxauhqui fue rodando hacia abajo, cayó hecho pedazos, por diversas partes cayeron sus manos, sus piernas, su cuerpo. Entonces Huitzilopochtli se irguió, persiguió a los 400 surianos los fue acosando, los hizo dispersarse desde la cumbre de Coatepec, la montaña de la culebra.

Coyolxauhqui diosa azteca de la Luna 

 En vano trataban de hacer algo contra él, al son de los cascabeles y hacían golpear sus escudos. Pero ellos mucho le rogaban, le decían: “¡Basta ya!”. Pero Huitzilopochtli no se contentó con eso, con fuerza se ensañaba contra ellos. Los perseguía. Solo unos cuantos se pudieron escapar de su presencia pudieron liberarse de sus manos. Se dirigieron hacia el sur, porque se dirigieron hacia el sur se llaman 400 surianos. Y cuando Huitzilopochtli le hubo dado muerte, cuando hubo dado salida a su ira, les quito sus atavíos, sus adornos, su anuecúyotl, se los puso, se los apropió los incorporó a su destino hizo de ellas sus propias insignias.
A Huitzilopochtli se le ofrecían sacrificios humanos: cautivos de habla náhuatl tomados en combate, al parecer esta concepción se debió al poderoso Tlacaélel, quien además instituyó la costumbre de las “guerras floridas” a fin de que Huitzilopochtli pudiera disponer de cautivos de habla náhuatl.
El propósito de los sacrificios a Huitzilopochtli era darle vigor para que pudiera subsistir en su batalla diaria, y lograr así que el sol volviera a salir en el siguiente ciclo de 52 años. Según la tradición nahua (la “leyenda de los Cuatro Soles”), han transcurrido 4 eras que terminaron en desastre (cada una terminada al finalizar un ciclo múltiplo de 52 años), y vivimos en la quinta creación que terminará en un año “uno movimiento”, esta fecha se repite cada 52 años en el calendario azteca. Los mexicas pensaban que alimentando al sol, Huitzilopochtli, se podría posponer el fin del mundo al menos por otro ciclo. Ellos no pensaban que fuera necesario un sacrificio diario. La Fiesta en honor a Huitzilopochtli se celebraba una vez al año, aunque algunos cronistas de los conquistadores llegaron a decir que los sacrificios humanos eran cotidianos y que en una celebración se sacrificaron 20,000 cautivos, lo cual es una exageración absurda, pues es físicamente imposible haberlo hecho, pero es parte de la “Leyenda Negra” promovida por los conquistadores españoles, tal vez para que sus iniquidades se vieran disminuidas ante el “salvajismo” de los aztecas.
Más datos sobre sacrificios de sangre y los cuatro Tezcatlipoca en: 

YAYAUHQUI TEZCATLIPOCA NEGRO EL DIOS JUEZ (Tezcatlipoca negro o Yayauhqui) 

Yayauhqui era el Tezcatlipoca negro, “espejo negro por el humo” o “espejo humeante”, al que se le conoce por Tezcatlipoca, dios de la noche y de las guerras, pero también protector), en la cultura nahuatl (mexicas y otros pueblos mesoamericanos de habla náhuatl), es el señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, omnipresente, fuerte e invisible.

QUETZALCÓATL Y TEZCATLIPOCA 


Entre los nahuas,Quetzalcóatl y Tezcatlipoca son dualidad y antagonía. Quetzalcóatl es llamado también Tezcatlipoca blanco en tanto que el color de Tezcatlipoca es el negro. 
Xipe Totec

Xipe Totec era el Tezcatlipoca rojo (se le representa vistiendo una piel humana), su región es el este donde nace el Sol. Es la parte masculina del universo, la región de la juventud y de la aurora, del maíz tierno, la abundancia, la riqueza y el amor. Representa la fertilidad y los sacrificios. Era también el patrono de los orfebres. Xipe Totec era mestizo, hijo de extraterrestre y de mujer humana y tenía la sangre roja, no azul como Huitzilopochtli y Tezcatlipoca negro), en primavera necesitaba ponerse piel humana fresca sobre todo el cuerpo, porque le salían ámpulas, que curaba con esa piel humana, por eso exigía que al inicio de la primavera desollaran a una víctima, para ponerse su piel fresca. Cuando se fue o murió, los sacerdotes siguieron efectuando la ceremonia.

DIOS AZTECA EL SEÑOR DESOLLADO XIPE TOTEC

Su nombre significa El Desollado, Nuestro Señor (xipehua, desollar, descortezar o descascarar; to- prefijo posesivo, nuestro, ytec-, prefijo que abrevia tecuhtli, señor) y, dicen, se debe a que se quitó la piel para alimentar a la humanidad, símbolo de la semilla de maíz que pierde la capa externa antes de la germinación. Los sacrificados a él eran despellejados por los sacerdotes después de haber sacado el corazón hábilmente, de manera que un sacerdote pudiese vestir la piel completa incluyendo rostro del sacrificado, para luego presentarse nuevamente ante la piedra de sacrificio bailando y danzando, todo representaba el renacer del sacrificado . XIPE TOTEC Era representado como una persona adulta y robusta de piel dorada o de obsidiana, con un tocado, una copa en la mano derecha y un escudo en la otra y viste la piel de los sacrificados(al igual que sus sacerdotes). También se le representa con la idea del más allá.

Quetzalcóatl Es considerado como el dios principal del panteón prehispánico. Alfredo López Austin y otros, consideran a Quetzalcóatl la deidad principal a partir de la cual se generan los demás por desdoblamiento. Otros, como Miguel León-Portilla, consideran a Tezcatlipoca como el dios principal y otros consideran a los dioses que le dieron origen como los principales. Para mí, según mis investigaciones y canalizaciones, Quetzalcóatl era un extraterrestre de la Nebulosa de Orión que llegó a Atlántida. Enseñó y aprendió ahí. En Mesoamérica estuvo con los Olmeca, los Tolteca, y con los Maya y los Azteca al final. Él conocía de herbolaria (fitoquímica) y con hierbas satisfacía sus requerimientos vitales para no beber sangre humana, él consideraba que no era bueno beber sangre humana, tampoco bebía de animal. A los azteca los instruyó en herbolaria y prohibió los sacrificios humanos. 

Quetzalcóatl dios:

Actual (la del Quinto Sol), con huesos de los antepasados robados al dios de la muerte, Mictlantecuhtli, mezclados con sangre de su miembro viril (¿ADN terrestre con su ADN extraterrestre?), sostenía el cielo después de que se derrumbó con el diluvio, entregó el maíz a los humanos y era dios de la dualidad: unía lo celeste con lo terrestre y la materia con el espíritu; prohibía los sacrificios humanos y promovía el autosacrificio. A lo largo del tiempo y espacio cósmicos, Tezcatlipoca negro y Quetzalcóatl entablan la eterna lucha entre el bien y el mal.
Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl fue el tlatoani (seguidor de Quetzalcóatl y que tomó su nombre) más importante de Tula, que bajo su gobierno llegó al florecimiento, sus enemigos lo hacen trasgredir sus propias enseñanzas éticas y embarcándose en la costa del Golfo de México, se marcha en una balsa de serpientes ¿nave espacial?, hasta llegar a Tlillan Tlapallan “lugar de la sabiduría” ¿donde estaban los extraterrestres? y es integrado a Quetzalcóatl dios, cristalizando así el Omeyotl, “concepto de la dualidad”: hombre y dios.

QUETZALCÓATL EN UNA NAVE AÉREA


Al irse promete regresar por donde se fue. Cuando llegó Hernán Cortés a la misma costa del Golfo, en la fecha en que Quetzalcóatl prometió regresar y debido a que los españoles eran blancos y barbados, como se describía a Quetzalcóatl-hombre, los aztecas y su Huey Tlatoani, Moctezuma, creyeron que se trataba de su dios bueno que regresaba.