Abducción de Betty y Barney Hill
Betty y Barney Hill fueron un matrimonio estadounidense que alcanzó la fama luego de afirmar que habían sido secuestrados por supuestos seres extraterrestres entre el 19 y el 20 de septiembre de 1961. La historia narrada por la pareja, comúnmente denominada la “abducción de los Hill” y ocasionalmente “el incidente Zeta Reticuli”. El suyo fue el primer caso ampliamente publicitado de un supuesto secuestro extraterrestre, adaptada en el exitoso libro de 1966 The Interrupted Journey (“El viaje interrumpido”) y en una película para la televisión.
El encuentro OVNI, un punto de luz brillante en el cielo
Al
anochecer del 19 de septiembre de 1961, los Hill estaban conduciendo de
regreso a la localidad de Portsmouth de una vacaciones en el interior
del estado de Nueva York, además de en las provincias canadienses de
Ontario y Quebec.
Ya que era tarde en la noche, y debido a que la temporada alta
turística de verano ya había finalizado, había pocos automóviles en la
carretera mientras viajaban hacia el sur. Al sur de la pequeña localidad
de Groveton (en el estado de Nuevo Hampshire) supuestamente observaron
un punto brillante de luz en el cielo. Inicialmente
pensaron que estaban observando una estrella fugaz, sólo que luego se
dieron cuenta de que “caía” hacia arriba, antes de detenerse cerca de la
entonces Luna creciente. Mientras que Barney se estaba desplazando por
la Ruta 3 de los Estados Unidos, Betty pensó que ella estaba observando
un satélite artificial, y le pidió a Barney que detuviese el auto para
mirarlo más de cerca, así como para pasear a su perro Delsey. Preocupado
acerca de la posible presencia de osos en el área, Barney sacó la
pistola que había escondido en el baúl o maletero del vehículo. Betty,
cuya hermana le había confesado haber tenido un avistamiento de un
platillo volador varios años antes, observó el objeto mediante
binoculares
a medida que este se movía delante de la cara de la luna, emitiendo
luces multicolores centelleantes. Barney, quien no había observado la
nave, pensó que la luz provenía de una aeronave convencional. Por su
parte, Betty se sentía perpleja acerca de la naturaleza no convencional
del objeto.
Un supuesto objeto con forma de disco

Los Hill informaron posteriormente que habían continuado conduciendo
sobre la aislada y casi abandonada carretera, desplazándose muy
lentamente para poder observar el objeto a medida que éste se les
acercaba cada vez más. Aunque el objeto era esporádicamente oscurecido
por los picos de las montañas cercanas, parecía moverse al unísono con
la topografía
de la región. También bajó frente a los picos y descendió lentamente en
su dirección. En determinado momento el objeto pareció aterrizar sobre
la cima de la montaña Cannon,
pero luego rápidamente volvió a moverse. Por momentos, parecía el
patrón de vuelo de una pelota en un juego de paleta, rápidamente
aproximándose al vehículo de los Hill y entonces retrocendiendo.
Supuestas figuras humanoides
Aproximadamente
1,5 km al sur de la pequeña localidad de Indian Head,
la gigantesca nave rápidamente descendió hacia el vehículo de los Hill,
causando que Barney se detuviese directamente en el medio de la
autopista. Después de abrir la puerta de auto para observar el objeto
más de cerca, puso su pistola en un bolsillo y tomó sus binoculares. La
nave descendió a unos 25-30 metros sobre el coche, un Chevrolet Bel Air
de 1957,
y llenaba todo el campo de visión del parabrisas, a través del cual
Betty lo estaba observando. Barney se apartó del vehículo y se movió más
cerca del objeto, el cual oscilaba como un péndulo desde el lado
izquierdo del auto, hacia el área derecha sobre el campo adyacente.
Usando los binoculares,
Barney afirmó haber visto entre unas 8 y 11 figuras humanoides que
estaban mirando desde las ventanas de la nave, pareciendo mirarlo
curiosa o inquisitivamente. De repente, con precisión militar, todas
menos una de las figuras se
movieron hacia lo que parecía ser un panel de instrumentos, como si
fuesen a realizar una tarea importante. La figura restante continuó
mirando a Barney y le comunicó un mensaje a éste último: “Quédate donde
estás y sigue mirando”. En ese instante, de lo que parecían ser aletas
como alas de murciélago
comenzaron a aparecer luces rojas por los lados de la nave y una larga
estructura descendió de la parte inferior de la misma. La silenciosa
nave se aproximó a una distancia que Barney estimó entre unos 50 y 80
pies (unos 15-25 metros)
sobre su cabeza, y unos 50-100 (15-30 m) de distancia de él. De
repente, y abrumado por el miedo, Barney se quitó rápidamente los
binoculares de su vista y corrió de regreso hacia su auto, gritando
“¡Nos van a capturar!” Antes de ingresar al automóvil, observó el objeto nuevamente cambiar de
ubicación, hasta posicionarse directamente sobre el automóvil. Se dieron
a la fuga a alta velocidad, mientras Barney le decía a Betty que mirase
hacia el cielo buscando la posición del objeto. Ella bajó la ventanilla
y miró hacia arriba, pero sólo vio oscuridad sobre ellos. Fue entonces
cuando Barney tuvo miedo de que el objeto podía encontrarse realizando
un vuelo estacionario sobre el auto, bloqueándole a Betty la visión de
las estrellas.
Una fatiga residual
Casi inmediatamente, una serie de sonidos mecánicos, lo suficientemente ruidosos como para hacer vibrar el vehículo, parecieron venir de la parte trasera del automóvil. Betty tocó el metal de la puerta del acompañante, esperando sentir una descarga eléctrica, pero sólo sintió la vibración. Los Hill dirían después que experimentaron los síntomas de un estado de conciencia alterado que había dejado sus mentes atontadas (o adormecidas), y que también sintieron una sensación de hormigueo (tingling) a través de sus cuerpos. Cuando pasaron a través de la localidad de Plymouth, otra serie de sonidos tipo “bip” parecían provenir de la parte trasera del auto. Barney detuvo el vehículo y condujo erráticamente de lado a lado de la carretera para intentar reproducir aquel zumbido. No obstante, no pudo recrearlo. Cuando el extraño sonido hubo terminado, Betty le preguntó a su pareja: ¿Ahora crees en los platillos voladores?”. Irritado, Barney le contestó “No seas ridícula”.
Extrañas sensaciones
Luego de llegar a su hogar cerca del amanecer, los Hill afirmaron que tenían algunas extrañas sensaciones e impulsos que no podían explicar del todo. Betty insistía en que el equipaje debía ser colocado cerca de la puerta trasera, más que en el frente de la casa. Barney notó que la tira de cuero de los binoculares estaba torcida, aunque no recordaba haberla dejado así. Barney además dijo que se sentía compelido a examinar sus genitales en el baño, aunque no encontró nada inusual en ellos. Tomaron largas duchas para remover toda la posible contaminación a la que habrían sido expuestos y luego cada uno de ellos realizó un dibujo de lo que habían observado. Sus ilustraciones eran extrañamente similares. Perplejos, los Hill dijeron que habían tratado de reconstruir la cronología de los sucesos después de haber observado al OVNI por primera vez y de haber conducido de regreso a su hogar. Pero inmediatamente después de haber escuchado el anteriormente mencionado zumbido (que Betty más tarde describiría como “microondas”), sus respectivas memorias se habían vuelto incompletas o fragmentadas, y no podían determinar una cadena de eventos continua. Barney recordó haber dicho “Oh, no, no otra vez”, aunque no logró ubicar dicho comentario en contexto.Luego de dormir durante algunas horas, Betty se despertaba y colocaba los zapatos y ropa que había usado durante el viaje en su armario, observado que el vestido estaba doblado en el área del forro, del dobladillo y del cierre cremallera. Temerosa de haber sido expuesta a radiación, Betty dijo que nunca más volvió a usar esas prendas. Después, cuando Betty las volvió a sacar de su ropero, notó un polvo rosáceo sobre su vestido, pero no tenía idea acerca de dónde éste podría haber provenido. Inicialmente se deshizo de dicha prenda, pero luego cambió de opinión, recuperándolo y colgándolo en un perchero. El polvo se desvaneció en el viento, aunque Betty comentó que quedaron algunas manchas rosadas sobre el vestido. Con el paso de los años, cinco laboratorios realizaron análisis químicos y forenses al vestido.

La dentadura de Barney Se le dijo a Betty que su examen estaba completo y que pronto ella y
Barney serían regresados a su automóvil. Ella comenzó a conversar con el
líder, sólo para ser interrumpida cuando otro ser irrumpió en la
habitación y -aparentemente excitado- habló con el líder en un idioma
extraño. Apresuradamente abandonaron el cuarto, dejando a Betty sola.
Luego de regresar en unos minutos, el líder examinó la boca de Betty y
parecía estar intentando de extraer dientes
de su boca. Cuando esto fue infructuoso, el líder preguntó por qué sus
dientes estaban fijos mientras que los de Barney salieron de su boca.
Riéndose, Betty les dijo que Barney usaba una dentadura, porque los
humanos con frecuencia pierden sus dientes a medida que envejecen. El
líder parecía incapaz de entender el concepto de vejez o de edad
avanzada; entonces ella le intentó explicar lo que era un año terrestre,
pero él tampoco parecía entenderlo. Betty solicita un artefacto
En el sueño, Betty le preguntó al líder si podía tomar artefacto o
dispositivo de la nave como prueba o evidencia de la existencia de tal
encuentro. El líder le permitió tomar un libro grande cuyas páginas
estaban llenas de símbolos agrupados en columnas. Entonces ella preguntó
al líder de dónde provenían él y su nave. Betty escribió que, en
respuesta, el líder en la pared “desplegó un mapa, extraño para mí...
era un mapa de los cielos” marcado con numerosas estrellas y planetas.
Había diferentes tipos de líneas entre algunas de las estrellas que
denotaban, según se le comentó, rutas de comercio y de exploración. El
líder le preguntó a Betty si ella sabía donde estaba localizada la
Tierra
en el mapa estelar. Betty respondió que no, ya que no estaba
familiarizada con dicho mapa. El líder entonces dijo que debido a la
ignorancia de ella, era imposible explicarle de donde provenían.
Consecuencias de los sueños de Betty.
Un sueño de Betty concluía con aquella pregunta de ella “¿Ahora crees
en los platillos voladores?”
anteriormente citada, a la que un irritado Barney respondía “No seas
ridícula”. Mientras que Betty pensaba que los sueños podían reflejar
sucesos verdaderos, Barney era más escéptico al respecto, pensando que
su esposa había simplemente tenido varios sueños inusualmente vívidos.
Tiempo perdido
El
25 de noviembre de 1961, los Hill fueron nuevamente entrevistados en
profundidad por miembros del NICAP, esta vez por C.D. Jackson y Robert
E. Hohman.
Habiendo leído el informe especial de Webb, Jackson y Hohman tenían
varias preguntas para los Hill. Una de sus principales estaba
relacionada a la duración del viaje. Ni Webb ni los Hill habían notado
que, aunque el viaje debería haber tomado aproximadamente unas cuatro
horas, no llegaron a su hogar hasta unas siete horas después de su
partida. Cuando Hohman y Jackson les hicieron notar esta discrepancia a
los Hill, lo pareja quedó anonadada, no teniendo explicación para la
misma (una circunstancia análoga a la amnesia frecuentemente informada
en los supuestos casos de abducción alienígena o secuestro
extraterrestre, que los ufólogos comenzarían a denominar “tiempo
perdido”). No obstante, Betty era capaz de recordar una imagen de la
Luna
brillando en el suelo. Según escribiría Clark, a pesar de “todos sus
esfuerzos los Hill no podían recordar casi nada de las 35 millas [55 km]
entre Indian Head y Ashland. Entonces entró en escena el tema de la
hipnosis.
Tal vez ella pudiese destrabar los recuerdos perdidos. Barney era
aprensivo o receloso acerca de dicha técnica, pero pensó que podría
ayudar a Betty a poner fin a lo que él mismo describía como “el
‘sinsentido’ de los sueños recurrentes de Betty”. Para febrero de 1962,
los Hill estaban realizando frecuentes viajes durante los fines de
semana para tratar de encontrar el área de su supuesto encuentro OVNI,
con la esperanza de que la localización de dicho sitio contribuyese a
desatar más recuerdos. Sin embargo, no tuvieron éxito en encontrarlo
durante varios de los años posteriores.
Las sesiones de Barney
Simon
hipnotizó a Barney primero. Sus sesiones fueron a menudo
bastante emocionales, con estallidos de enojo puntuales, expresiones de
miedo y episodios de llantos histéricos. Barney dijo que, debido al
miedo que tenía, mantuvo sus ojos cerrados durante gran parte del
supuesto encuentro OVNI.
Basándose en estas respuestas tempranas, Simon le dijo a Barney que no
recordaría las sesiones de hipnosis hasta que estuviesen seguros de que
él pudiese acordarse de ellas sin traumatizarse más. Bajo hipnosis,
Barney también informó que la tira de los binoculares se había doblado
cuando el huyó del OVNI
de regreso hacia su automóvil. Recordó huir del objeto en el coche,
pero que después se sintió irresistiblemente compelido a hacerse a un
lado de la carretera, y conducir hacia un bosque. Finalmente vio a seis
“hombres” parados en el bosque. Ordenándole a Barney que se detuviese,
tres de los seres se aproximaron al auto. Le dijeron a Barney que no les
temiese. Todavía estaba ansioso, no obstante, e informó que el líder le
dijo que cerrase sus ojos. Mientras estaba hipnotizado, Barney dijo
“Sentía como si los ojos hubiesen empujado hacia mis [propios] ojos”. Barney
describió a las criaturas en general como similares a las
descritas por Betty bajo hipnosis (no en sus sueños previos). No
obstante, describió sus ojos como bastante más grandes, extendiéndose
incluso hacia los lados de sus cabezas. Las criaturas con frecuencia lo
miraban fijamente en sus ojos, dijo Barney, con un efecto aterrorizador e
hipnotizante. Bajo hipnosis,
Barney dijo cosas del tipo “Sólo los ojos me están hablando” y “Todo lo
que veo son estos ojos... Ni siquiera tengo miedo de que no estén
conectados a un cuerpo. Sólo están ahí. Sólo están cerca de mí,
presionando contra mis ojos”. Barney relató que Betty y él fueron
llevados hacia la nave de forma
de disco, donde ambos fueron separados. Llevado a un cuarto por tres de
los seres de baja estatura. Barney fue desvestido por ellos y entonces
se le dijo que se recostase sobre una mesa rectangular. A diferencia de
Betty, la narrativa de Barney del examen era fragmentada, y mantuvo sus
ojos cerrados durante la mayor parte del mismo. Se le colocó un
dispositivo similar a una taza sobre sus genitales. Aunque no
experimentó un orgasmo, Barney pensó que le habían extraído una muestra
de esperma. Los seres rasparon su piel e inspeccionaron sus orejas y
boca. Le insertaron un tubo o cilindro en el ano. Además alguien palpó
su columna vertebral y parecía estar contando sus vértebras. Mientras
que Betty informó de conversaciones extendidas en inglés
con las criaturas, Barney dijo que los escuchó murmurando en un idioma
que no entendía. Las pocas veces que se comunicaron con él, Barney dijo
que parecía ser “transferencia de pensamiento”; en ese tiempo, él no
estaba familiarizado con la palabra “telepatía”. Recordó haber sido
escoltado fuera de la nave, y llevado de regreso
hacia su automóvil, el cual ahora se encontraba cerca de la carretera y
no en el bosque. Aturdido, observó partir a la nave. Barney recordó una
luz que aparecía sobre la carretera, mientras decía “Oh no, no otra
vez”. Recordó la especulación de Betty acerca de que tal luz podría
haber sido la Luna, aunque ésta de hecho se había puesto varias horas
antes. Las sesiones de hipnosis
de Betty no tuvieron tantos incidentes. Bajo la misma, su recuento de
los hechos fue muy similares a los eventos de sus recurrentes sueños o
pesadillas acerca del supuesto encuentro OVNI,
a excepción de dos notables diferencias: bajo hipnosis los seres bajos
no tenían grandes narices, y no poseían cabello. Simon también le
sugirió a Betty que dibujase un bosquejo del “mapa estelar”. Ella dudó
al respecto, pensando que sería incapaz de representar con precisión o
exactitud la calidad tridimensional del mapa que dijo haber visto en la
nave. Finalmente, no obstante, ella hizo lo que Simon le sugirió. Aunque
ella dijo que el mapa tenía muchas estrellas, sólo dibujó aquellas que
permanecían destacadas en su memoria. Su mapa consistía de doce
estrellas
prominentes conectadas por líneas y tres más pequeñas o menos
brillantes que formaban un triángulo distintivo. Mencionó que le habían
dicho que las estrellas conectadas por líneas sólidas formaban “rutas de
comercio” mientras que las líneas puntuadas eran de estrellas con menor
tráfico (interestelar).
Las conclusiones del Dr. Simon
Luego
de extensas sesiones hipnóticas, el Dr. Simon concluyó que el recuerdo
de Barney acerca del supuesto encuentro OVNI
era una fantasía inspirada por los recurrentes sueños de Betty. Aunque
Simon admitió que esta hipótesis no explicaba cada aspecto de la
experiencia, él pensó que era la explicación más plausible y
consistente. Barney rechazó esta idea, notando que mientras que sus
memorias en algún respecto se entretejían, también habían porciones de
cada una de sus narrativas que eran únicas. De hecho, Barney estaba
ahora listo o dispuesto a aceptar que habían sido secuestrados por los
ocupantes de un OVNI,
aunque nunca abrazó dicha idea tan completamente como Betty lo había
hecho. Aunque los Hill y Simon no estaban de acuerdo acerca de la
naturaleza del caso, todos coincidieron en que las sesiones hipnóticas
fueron efectivas: de hecho, los Hill ya no fueron más atormentados por
pesadillas o ansiedad acerca de tal supuesto encuentro OVNI. Después
Simon escribió un artículo sobre los Hill para la publicación
especializada en psiquiatría Psychiatric Opinion, explicando en sus conclusiones que el caso era una “aberración psicológica singular”.
Abducciones ET - Caso Betty y Barney Hill