viernes, 19 de julio de 2013

Investigación


 Investigación

Como se ha resumido en el apartado Terminología, el gobierno de Harry Truman emprendió una investigación para saber si el espacio aéreo estadounidense estaba siendo violado con cierta periodicidad por prototipos o ejemplares de pre-serie fabricados por otras naciones, especialmente la URSS. La primera de dichas investigaciones oficiales comenzó en 1947 bajo el nombre de Proyecto Signo, en 1949 se rebautizó como Proyecto Fastidio y en 1952 como Proyecto Libro Azul, que seguiría investigando casos hasta 1969, para comenzar después, informa Ted Wilding-White (1977), el Proyecto Libro Blanco.

Los objetivos de dichos programas eran tres:

  1. Esclarecer si el espacio aéreo estadounidense estaba siendo violado.
  2. Saber si los platillos volantes podían constituir un peligro para Estados Unidos.
  3. Obtener, en la medida de lo posible, algún conocimiento o ventaja tecnológica.

 En 1969, el último de dichos programas, el Proyecto Libro Azul, fue cerrado habiendo reunido decenas de miles de expedientes y con la conclusión clara de que los ovnis no suponían un peligro para la seguridad nacional.




Líneas de investigación

En las investigaciones financiadas por las distintas administraciones participaron algunos de los más conocidos expertos, bien como directores o como asesores, entre ellos los cuatro que han marcado las cuatro líneas de la literatura ufológica:

Donald Keyhoe: ingeniero aeronáutico y postulador de la hipótesis según la cual las Fuerzas Aéreas estadounidenses tenían pruebas de la llegada de seres extraterrestres. Josef Allen Hynek: astrónomo y más moderado en los planteamientos que Keyhoe, también terminó afirmando que se ocultaban pruebas sobre la existencia de visitas extraterrestres. Carl Sagan: astrobiólogo y defensor de la vida extraterrestre, pero escéptico de que la Tierra haya sido visitada en el presente o en algún momento del pasado. Donald Menzel: astrónomo y aún más escéptico que Sagan, autor de la frase "en primer lugar esos objetos si están identificados, sabemos lo que son, en segundo lugar en muchos casos no son volantes y, por último, en la mayoría de los casos ni siquiera son objetos". 


Clasificación de los ovnis en fases

Durante las investigaciones del Proyecto Libro Azul, Hynek (1972) propuso tres fases o tipos diferentes para clasificar las observaciones ovni:

  • Primera fase: es cuando se divisa un objeto no identificado volando o en el suelo, en este último supuesto lo avistado no sería un ovni, pero se decidió incluirlo si se le suponía la capacidad de volar. Es la fase que más casos reúne según Hynek (1972, p. 86 y siguientes). 

  • Segunda fase: para Hynek (1972, p. 110 y siguientes) se da cuando el objeto deja cualquier tipo de huella, como vegetación quemada o marcas en la tierra.

  • Tercera fase: aparece cuando se observa a un tripulante. Es la más escasa, pero Hynek (1972, p. 138 y siguientes) localizó varios casos, quizás el que más le convenció lo divisó un policía en Socorro, Nuevo México, el cual avistó unos seres y un ingenio en el suelo con signos pintados en el fuselaje, algo inusual hasta ese momento, ocultándose los ovninautas en lo que se supuso era el interior de la máquina y despegando esta seguidamente.

Posteriormente otros escritores como Fabio Zerpa las ampliaron a seis:

  • Cuarta fase: el testigo ingresa en la nave, como en los casos de abducción
  •  Quinta fase: contactos telepáticos, de mente a mente.
  • Sexta fase: señales radiales o radioastronómicas


Encuentro cercano de primera fase
( avistamientos)


Encuentro cercano de segunda fase 
(ovni deja su huella)


Encuentro cercano de tercera fase
(avistamiento de tripulantes extraterrestres)


Encuentro cercano de cuarta fase 
(Abducción)


Encuentro cercano de quinta fase 
(mensajes telepáticos)


Encuentro cercano de sexta fase 
( contacto por señal de radio)

Por lo tanto, se asume implícitamente la existencia de abducciones, telepatía o contactos por radio. En esta última fase se podrían incluir las búsquedas como las realizadas por el Proyecto SETI y otras investigaciones por radiofrecuencia, si alguna vez aportan señales extraterrestres inequívocas. Habría que reseñar finalmente que la quinta y sexta fase no catalogarían objetos que vuelan sin poder saber lo que son, porque ni son objetos -pueden ser pensamientos o detecciones de radio-, ni vuelan y su procedencia extraterrestre se asume previamente. A su vez Hynek (1972, p. 33) dividió las tres fases en "lejanas" y "cercanas" si la distancia que separa observador y objeto es superior a 150 metros (500 pies). Según Hynek (1972, p. 33 y siguientes) los avistamientos lejanos serían de tres tipos: luces nocturnas, ecos de radar y discos diurnos. Para otros las formas presentadas por los ovnis son muy variadas, tanto es así que investigadores como Vicente-Juan Ballester Olmos (2000, p. 32) califican de inútil cualquier clasificación, porque todos los casos positivos son únicos, no existe una tipología clara ni un patrón que se repita. Para complicar más la situación, muchas de las descripciones se obtuvieron mediante declaraciones únicas, por consiguiente resultaron imposibles de verificar. Pese a todo se han apuntado ciertas formas, más o menos coincidentes:


Foo fighters: fenómeno cuyo nombre deriva del idioma inglés, y significa en español fantasmas combatientes. Su origen se remonta a la Segunda Guerra Mundial, "dado que los pilotos aviadores combatientes, las potencias del Eje por una parte y los Aliados por la otra, observaron este fenómeno y su sorpresa fue que los objetos no eran detectados por el radar". Se observaron como luces pequeñas, aparentemente con masa, aunque en algunos casos las pequeñas luces cruzaban del exterior al interior de las cabinas de los pilotos. Su tamaño, según los informes, variaba desde los 10 cm hasta 5 m, descritas como bolas incandescentes. En la actualidad se considera que los objetos avistados por los pilotos eran en realidad rayos globulares.


Esfera: fenómeno que generalmente se observa como cuerpo sólido y opaco, aunque han sido observadas esferas translúcidas o luminosas, rígidas o flexibles. También conocidos como caneplas.


Disco: fenómeno que se observaría con una forma plana, algunas veces abultada en el centro, luminosa o con un brillo metálico.


Cigarro/puro: objetos o visiones con forma cilíndrica o similar, alargado, luminoso y comúnmente de un tamaño mayor a las otras formas descritas. También existen relatos que los describen sin luminosidad o brillo.


Gusano: ovni que se presenta con apariencia tubular, mostrando un movimiento aparentemente similar al de los gusanos. Entre los ufólogos y la criptozoología, es conocido como Rod.


Triángulo o delta: fenómeno en el que han sido observadas posibles naves con forma triangular, generalmente con una luz en cada vértice. En esta última descripción se discute su verdadera categoría como ovni; y la mayoría de los investigadores atribuyen su origen a aeronaves terrestres de carácter experimental o secreto, desconocidas solo para el mundo civil. 


· Ovnis Foo fighters·


· Ovni con forma de Esfera ·


· Ovni con forma de disco ·


· Ovni Cigarro ·


· Ovni gusano ·



TIPOS DE OVNIS (VIDEO DE YOUTUBE)

Resultados 

En 1969 la USAF había reunido unos 40.000 informes (Wilding-White, 1977, p. 10) que daban como resultado:

El 27% de los expedientes ovni resultaron ser estrellas, planetas y otros objetos astronómicos.

Otro 27% de los expedientes se debieron a globos y aviones.

Un 23% fue producido por meteoritos, satélites artificiales y otros objetos cercanos a la Tierra.

Hubo un 23% que quedó sin explicación, pero se hicieron suposiciones sobre la mayoría de dichos casos y se afirmó que podían haberse resuelto si los observadores hubiesen dado más datos.

Con el tiempo, varias fuerzas aéreas y organismos independientes han realizado investigaciones similares, como la presentada por Balester Ólmos (2000). Las conclusiones han sido análogas, llegando también a unos porcentajes parecidos, es decir, y agrupados por número de casos causados, en primer lugar estarían las observaciones provocadas por objetos fuera de la órbita terrestre, en segundo lugar aparecerían los producidos por objetos de fabricación humana, después vendrían las causadas por objetos ubicados cerca de la órbita terrestres, en cuarto lugar estaría un porcentaje provocado por fenómenos que no son objetos (espejismos, reflejos, fenómenos atmosféricos...) y una pequeña cantidad de la que no se logró determinar su procedencia. Poco después de concluir el Proyecto Libro Azul, también en 1969, se publicaron las conclusiones de un informe solicitado el año anterior con el fin de conocer las posibilidades de realizar un estudio posterior más amplio que aportase nuevos conocimientos científicos. Dicho trabajo se denominó Informe Condon, por ser encargado al físico Edward Condon. Sus conclusiones fueron:

  • Los informes ovni no presentan ningún desafío para la ciencia contemporánea por no encontrarse en ellos ningún fenómeno desconocido de la Naturaleza.

  • Estas observaciones y testimonios no constituyen ninguna prueba de presencias extraterrestres.

  • Los ovnis no suponen un peligro para la seguridad de los Estados Unidos.

No se recomendaban más investigaciones en el campo de la física, mecánica o aeronáutica; pero los ovnis, mantenía el informe, si podían ser un objeto de estudio interesante para ciencias sociales como la psicología o la sociología. Pese a las conclusiones arrojadas por el Proyecto Libro Azul y el Informe Condon, la literatura sobre los objetos volantes no identificados ha seguido produciéndose sin descanso. Autores como Fernando Frías indican que dicha literatura carece de rigor, en muchos casos, pues no se realizan confirmaciones de las declaraciones dadas por los testigos y en varias ocasiones son afirmaciones falsas.

Relación de los ovnis con naves extraterrestres y otras explicaciones

La idea de que los ovnis son naves extraterrestres se planteó ya con el Incidente de Roswell y ha sido un explicación recurrente desde aquel momento. Los escépticos suelen emplear un principio básico de la ciencia según el cual «para poder afirmar la existencia de fenómenos extraordinarios se requieren pruebas concluyentes». Hacen hincapié en que no se han aportado pruebas fiables que respalden la hipótesis de que el fenómeno ovni mantiene relación con naves extraterrestres. El Dr. Neil DeGrasse Tyson afirma contundentemente que si se ve algo en el cielo desconocido para nosotros no se debe concluir cualquier cosa, sino "dejar de hablar". La ausencia total de pruebas ha sido una constante cuando se trata de indicar un origen extraterrestre. Como se ha referido anteriormente, participantes en el Proyecto Libro Azul, como Donald Keyhoe, manifestaron muy pronto que las pruebas debían existir, pero las fuerzas aéreas estadounidenses las retenían. La hipótesis del encubrimiento o Teoría de la Conspiración ha sido esgrimida por los defensores de la procedencia extraterrestre cuando se solicitan evidencias. Los escépticos continúan afirmando que la carga de la prueba le corresponde a quien hace la afirmación. Si las fuerzas armadas ocultan las que poseen les correspondería a los defensores del vínculo extraterrestre-ovni aportar otras. La razón por la cual los defensores de dicho vínculo nunca reúnen ni enseñan sus evidencias la dio supuestamente Gray Barker. Barker informó en 1956 al público en general sobre la existencia de unos individuos, a los que denominó Hombres de Negro por la indumentaria que lucían, que amenazaban a periodistas como Albert K Bender con funestas consecuencias en el caso de continuar revelando secretos sobre la procedencia de los ovnis, recogen autores como Luis Alfonso Gámez (2012). Según escritores como Baker, ha sido la intervención constante de los MIB, por su acrónimo de "Men In Black", la que ha impedido mostrar a la comunidad científica las pruebas existentes. Respecto a la capacidad de los MIB para neutralizar cualquier prueba definitiva sobre el origen de los ovnis se alegan experiencias con sistemas muy cerrados y reticentes a la entrega de información. Así, la Historia demuestra que de la URSS se obtuvo información pese a que su régimen llegó a quemar vivos a los traidores. En el caso del Proyecto Manhattan los soviéticos lograron obtener datos precisos para saber lo que se probaba y los resultados obtenidos en Álamo Gordo. Incluso de Corea del Norte se han obtenido pruebas verificables y contrastables sobre los movimientos de prisioneros para investigar con ellos armas biológicas.


Científicos como Edward Gondon, Donald Menzel o Carl Sagan han afirmado que, cuando los informes de ovnis se estudian en profundidad, la mayoría de los casos logra ser identificado con certeza en porcentajes parecidos a los arrojados por el Proyecto Libro Azul, es decir, fraudes, alucinaciones, malas interpretaciones y sobre todo pareidolias de fenómenos conocidos (cometas, fenómenos atmosféricos, satélites, basura espacial, aviones, prototipos de naves terrestres, nube lenticular, etc.). A lo que los defensores de la conexión ovni-extraterrestre mantienen que lo importante radica en ese pequeño porcentaje de no identificados. Es la llamada Falacia del residuo. Esta postura es respondida por los escépticos afirmando que la Falacia Residual no prueba nada porque la existencia de un pequeño porcentaje inexplicado es común a cualquier disciplina con un número considerable de casos. Así, en criminología siempre quedan algunos asesinatos sin aclarar y lo mismo en los accidentes de tráfico, siempre existe un pequeño porcentaje que no puede ser explicado, lo que no prueba la existencia de vampiros, zombies o seres demoníacos. Pese a los argumentos en contra, la ufología ha formulado varias conjeturas o hipótesis sobre la procedencia del pequeño índice de casos sin resolver:


Hipótesis intraterrestre: es la que afirma que la Tierra es casi hueca y en su interior habita una civilización mucho más avanzada que la humana. 


Hipótesis interdimensional: postula que los ovnis provendrían de otras dimensiones dentro de otros planos de nuestro Universo, o en dimensiones no pertenecientes a nuestro universo, es decir del multiverso. Sus tripulantes serían seres pertenecientes a esas dimensiones. 


Hipótesis intertemporal: defiende que el origen de los ovnis estaría en tiempos pasados o futuros y que, por tanto, sus tripulantes serían seres (humanos o no humanos) pertenecientes a estos lugares y otros tiempos. Indicándose que estos seres poseerían los medios para poder viajar en el espacio-tiempo. 


Hipótesis de los proyectos secretos:es la que defiende que una gran parte de las observaciones no explicadas corresponden a a nuevos prototipos aeronáuticos con tecnología furtiva, motores con mínimas emisiones de luz y calor, toberas orientables, hipervelocidad y otros adelantos que no los hacen fácilmente identificables, ni siquiera por pilotos y radaristas civiles. Aparatos como el SR-71 fueron totalmente secretos, pese al gran número de corporaciones y personas que trabajaron en él, hasta que la administración norteamericana decidió revelar su existencia bajo dos palabras "Proyecto Aurora", en información recogida por Juan Antonio Guerrero (1985, p. 5 y 6). Según Luis Alfonso Gámez y otros autores, en este caso los ufólogos y los medios donde suelen escribir hacen la veces de "tontos útiles". Así contribuyen a expulsar las miradas de otro tipo de prensa sobre los hechos, reduciendo las noticias de nuevos prototipos y sus capacidades a un circulo pequeño y poco acreditado. Semejanzas similares se han entablado entre varias observaciones que posteriormente han encajado con la forma del Lockheed F-117 Nighthawk o el Northrop Grumman B-2 Spirit

 ¿Por qué la existencia de platillos volantes parece más deseable que su no existencia?


La idea de la necesidad del misterio parece algo consustancial al ser humano. El hecho de recibir una explicación plausible sobre lo que se ve puede restar espacio a la fantasía. Así varios autores no utilizan la denominación "fenómeno" sino "mito" y en otros casos "síndrome". El término "síndrome OVNI" fue utilizado por autores como Jiménez del Oso (1984) para indicar que los observadores de luces sin identificar están afectados por varias variables además del emisor de las luces. Por su parte, Julio Arcas indica que los avistamientos ovni son relatos orales en su mayoría, forman parte de la tradición oral del siglo XX para los occidentales. Mucho antes de los autores antes citados, el psiquiatra Carl Gustav Jung postuló una teoría para explicar por qué parece más deseable que los ovnis sean naves extraterrestres que no cualquier otro fenómeno conocido. Jung publicó en 1958 su obra Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo. Dicho título ahonda en el rumor mundial sobre los «platillos volantes». En el prólogo a la edición angloamericana Jung alude a un artículo de 1954 escrito para el semanario suizo Die Weltwoche en el que mostraba su escepticismo. En 1958 la prensa mundial descubrió dicha entrevista divulgándose la noticia a nivel internacional, pero de forma distorsionada, citándosele como creyente en los ovnis. A pesar de dirigir una rectificación a la agencia United Press, la versión auténtica de su opinión se ignoró. Finaliza aludiendo a que «este notable hecho merece el interés del psicólogo. ¿Por qué la existencia de platillos volantes parece más deseable que su no existencia?». Para escritores como Patrick Harpur, el ensayo de Jung sigue siendo uno de los más agudos análisis de apariciones aéreas. Fue «dedicado a Walter Niehus, arquitecto, como muestra de agradecimiento por haberme inducido a escribir este librito». En el prólogo comienza aludiendo a la conclusión a la que llegó en el artículo de 1954 ya citado: «Se ve algo, pero no se sabe qué. Incluso resulta casi imposible hacerse una idea correcta de estos objetos, pues no se comportan como cuerpos sino con la ingravidez de los pensamientos. No ha habido hasta ahora ninguna prueba indudable de la existencia física de los ovnis excepto en los casos en que se ha producido un eco en el radar». Jung añade que desde entonces y «durante más de un decenio la realidad física de los ovnis ha seguido siendo un asunto sumamente problemático». Y que «cuanto más se prolongaba la incertidumbre, tanto más probable se fue haciendo que en ese fenómeno, evidentemente complicado, incidiera también, además de una posible base física, un importante componente psíquico. Esto no tiene nada de asombroso al tratarse de un fenómeno aparentemente físico que se caracteriza, por una parte, por su frecuencia, y por otra, por lo extraño y desconocido, incluso por lo contradictorio de su naturaleza física. Un objeto semejante provoca como ninguna otra cosa la fantasía consciente y la inconsciente, produciéndose suposiciones especulativas y narraciones fantasiosas con el fondo mitológico propio de estas excitantes observaciones».Así, Jung establece tres modos de ver el fenómeno:

Un proceso real objetivo, físico, o percepción primaria, genera una fantasía o mito concomitante. Una fantasía primaria inconsciente, un arquetipo, invade la consciencia con ilusiones y visiones. Se produce una coincidencia sincronística acausal y plena de sentido, especialmente en fenómenos vinculados a procesos psíquicos arquetípicos. 
 

Finalizaba el prólogo indicando que carece de medios para aportar algo útil a la realidad física del fenómeno, ocupándose casi exclusivamente del aspecto psíquico. Aun así reconoce «que por desgracia hay buenas razones por las que no puede darse por concluido el asunto de manera tan sencilla». Bien es cierto que las proyecciones psíquicas de carácter mitológico no son causadas por el fenómeno ovni al haber existido siempre, con o sin ovnis. El mito se fundamenta en lo inconsciente colectivo y su proyección siempre ha tenido lugar. Así, la proyección como ovni, junto con su contexto psicológico, el rumor, es un fenómeno propio de nuestra época, característico de ella. Es seguramente significativo de nuestra época que el arquetipo, en contraposición a las formas anteriores, adopte una forma neutra, incluso técnica, para eludir el escándalo de la personificación mitológica. Lo que tiene apariencia técnica llega al hombre moderno sin dificultad. Aún resta abordar el carácter real del fenómeno, ante lo cual Jung plantea tres posibilidades:

  • La hipótesis de ausencia de gravedad o antigravitación que conlleva el fenómeno lo deja en manos de la física.


  • El fenómeno ovni como materialización psíquica, es decir, que la psique llegue a materializar el fenómeno ovni, lo considera aún menos probable.

Podría tratarse de un fenómeno sincronístico: la situación de la humanidad, por un lado, y el fenómeno de los ovnis como realidad material real pero desconocida, por otro, no se hallan en ninguna relación causal mutua cognoscible pero parecen coincidir en su sentido. Es decir, se proyectan contenidos de lo inconsciente sobre dichos fenómenos celestes reales pero indeterminados, dotándoles de un significado que no merecen en absoluto. 


 
Los ovnis en la cultura popular


El arte pop en particular y la cultura popular del siglo XX en general han mostrado y utilizado a los extraterrestres en infinidad de ocasiones, hasta el punto de considerar a esta forma de arte incomprensible sin ellos. Son muy abundantes las películas, series de televisión, novelas, obras de teatro y cómics con los extraterrestres como protagonistas principales o secundarios. En este aspecto la variedad es grande al poderse hallar extraterrestres microscópicos, con forma humana, grises de ojos grandes o acuáticos, entre muchas otras formas. Respecto a sus intenciones, en muchos casos su presencia tiene intenciones colonialistas, según Carl Sagan (1996) es menos común mostrarlos bienintencionados y más escasos aún presentarlos indiferentes a los problemas humanos. Los géneros también son variados al poder encontrarse obras dramáticas, de terror o comedias.


Close Encounters of the Third Kind: (Encuentros cercanos del tercer tipo) en Hispanoamérica y Encuentros en la tercera fase en España), es una película de ciencia ficción del año 1977, escrita y dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Richard Dreyfuss, François Truffaut, Melinda Dillon, Teri Garr, Bob Balaban y Cary Guffey. Cuenta la historia de Roy Neary, un reparador de líneas eléctricas de Indiana, a quien le cambia la vida tras experimentar un encuentro con un objeto volador no identificado, de cuya existencia está al tanto el gobierno de los Estados Unidos, el cual colabora con los ovnis en una especie de equipo internacional de científicos investigadores. Close Encounters of the Third Kind fue un proyecto tras el que Spielberg llevaba mucho tiempo. A finales de 1973 ya había acordado con Columbia Pictures la filmación de una película de ciencia ficción. Aunque sólo Spielberg recibió los créditos del guion, fue asistido en la creación del mismo por Paul Schrader, John Hill, David Giler, Hal Barwood, Matthew Robbins y Jerry Belson.


Señales: Una película del 2002 de ciencia ficción y thriller, escrita, producida y dirigida por M. Night Shyamalan, protagonizada por Mel Gibson, Joaquin Phoenix, Rory Culkin, y Abigail Breslin. Fue lanzada por Touchstone Pictures. La película comienza con Graham Hess, un exsacerdote episcopal quien perdió su fe después de la muerte de su esposa, que encuentra un círculo de cosecha en su maizal. Mientras la película progresa, más círculos de cosecha son descubiertos en todo el mundo, siendo un fenómeno mientras aparecen luces en el cielo. Graham lentamente se convence que los círculos son el resultado de extraterrestres, él y su familia deben prepararse para sobrevivir a la inminente invasión. Aunque la trama gira alrededor de extraterrestres y círculos de cosecha, el productor Frank Marshall dijo, "es realmente sobre emociones humanas puestas en movimiento por un hecho sobrenatural." Shyamalan empezó el guion para Señales después de haber terminado su película anterior, Unbreakable (2000), la grabación de Señales comenzó el 12 de septiembre del 2001. La mayoría del rodaje para la película fue en Pensylvania, dónde se estableció la película. Se lanzó en Estados Unidos el 2 de agosto de 2002 y el 13 de septiembre en Reino Unido, Señales recuaudó $408,247,917 en las taquillas de todo el mundo, haciéndola la séptima película más taquillera del 2002. Fue designada con una clasificación PG-13 en los Estados Unidos por "algunos momentos aterradores." Señales recibió críticas positivas.


Los Hombres de negro: (del inglés Men in Black, MIB) serían, según la tradición contemporánea más popular y la especulación de algunos grupos creyentes en el fenómeno extraterrestre, presuntos agentes secretos gubernamentales o extragubernamentales encargados de ayudar a ocultar una hipotética presencia extraterrestre en la Tierra. A veces se da a entender que los extraterrestres pueden ser ellos mismos. El término también se utiliza para describir a misteriosos hombres que trabajan para organizaciones desconocidas, así como a las distintas ramas del gobierno estadounidense, supuestamente con el objetivo de proteger secretos de estado o realizar otras actividades extrañas. El término en sí es genérico, que se utiliza para referirse a cualquier individuo con una conducta extraña, amenazadora o poco común, cuya aparición en escena puede estar vinculado en cierto modo, con un avistamiento ovni. El investigador Bill Moore cree que los Hombres de Negro forman parte de la muy real Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (la AFOSI), un departamento de seguridad interno de los Estados Unidos constituido en 1948 y estandarizado después al FBI para investigar las actividades criminales dentro del seno de la Fuerza Aérea y sus contratistas de armas. Puesto que una de las misiones de la AFOSI es la de proteger la tecnología, los programas y al personal sobre una crisis global de "amenazas externas".


The X-Files (en España: Expediente X), en América Latina: Los expedientes secretos X o Los archivos secretos X) es una serie de televisión estadounidense de ciencia ficción y misterio, que se emitió por la cadena FOX, y creada por Chris Carter, centrada en los casos que investigan dos agentes del FBI, clasificados como "Expedientes X": fenómenos paranormales, avistamiento de ovnis, criaturas extrañas, etcétera. Fue estrenada el 10 de septiembre de 1993 y terminó, después de ocho años y medio de emisión, el 19 de mayo de 2002. La serie ha sido uno de los mayores éxitos de la cadena FOX. Sus personajes y frases se han convertido en iconos de la cultura popular al explotar e inspirar una gran cantidad de teorías sobre conspiraciones y existencia de vida extraterrestre. La popularidad de la serie impulsó a Carter y sus socios a producir en 1998 la película The X Files: Fight the Future, dirigida por Rob Bowman. El 29 de octubre de 2007, se informó de que el rodaje de una segunda película sobre la serie titulada The X-Files: I Want to Believe comenzaría en Vancouver el 10 de diciembre de 2007. El filme se estrenó el 25 de julio de 2008. En una entrevista con Entertainment Weekly, Chris Carter afirmó que si I Want to Believe tenía éxito, se plantearía realizar una tercera película centrada en el argumento de la serie y enfocada a la invasión alienígena que quedó pendiente en ésta. En el momento de emisión de su episodio final, The Truth (9x19), The X-Files era la serie de ciencia ficción con más tiempo en la televisión de Estados Unidos, condición que perdió al poco tiempo en favor de Stargate SG-1. El programa fue considerado por TV Guide como el trigesimoséptimo mejor de todos los tiempos, y el segundo en el ranking de series de culto, solo superado por Star Trek. En 2007, la revista Time lo incluyó en una lista de los "100 mejores programas de televisión de todos los tiempos." En 2008, Entertainment Weekly lo nombró como la cuarta mejor obra de ciencia ficción y la cuarta mejor serie de televisión de los últimos 25 años.


Cowboys & Aliens es una película de ciencia ficción y aventuras dirigida por Jon Favreau y protagonizada por Daniel Craig, Olivia Wilde, Harrison Ford, Sam Rockwell, Paul Dano, Clancy Brown. Ana de la Reguera y Noah Ringer, basada en la novela gráfica del mismo nombre. Se estrenó en los cines de Estados Unidos, Canadá, eIndia el 29 de julio de 2011, y en España el 2 de septiembre de 2011. Ahora bien, las referencias de la cultura popular a objetos volantes no identificados, es decir, objetos o supuestos objetos que vuelan sin saber realmente lo que son, resultan difíciles de localizar. Una de los pocos ejemplos puede ser la serie Project UFO, traducido en España por Investigación OVNI que representó casos de avistamientos OVNI basados en los testimonios recogidos durante las investigaciones del Proyecto Libro Azul. La primera temporada, de las dos que fueron producidas, no afirma la existencia de visitas extraterrestres, utilizaba expresiones como "dice que vio", "dicen haber visto". No obstante, de los varios casos representados por episodio, solía dejar uno sin explicar o relacionándolo directamente con visitas extraterrestres. Al final de cada capítulo, se indicaba mediante subtítulos que los ovnis no constituían un peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos, conclusión obtenida tras veinte años de investigaciones. 



INVESTIGACIONES DE RAZAS EXTRATERRESTRES


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