La teoría Extraterrestre/Arconte, o la teoría gnóstica de la intrusión alienígena
Desde la explosión del fenómeno ET/OVNI en 1947, la
especulación acerca de la intrusión alienígena en el planeta Tierra ha ido en
aumento. Media docena de teorías dominaron el debate, pero hay una que todavía
está por examinar. No emergió después de 1947 sino aproximadamente 1600
años antes. Para ser precisos, la evidencia de esta teoría vino a la luz
mediante un descubrimiento en Egipto, en diciembre de 1945, pero la
trascendencia del hallazgo no se produjo hasta 1947.
En ese año, el experto francés Jean Doresse identificó
el hallazgo egipcio en Nag Hammadi como un “alijo” de raros textos gnósticos.
“Gnosticismo” es la etiqueta que los eruditos usan para un cuerpo de enseñanzas
derivadas de las escuelas mistéricas de la antigüedad precristiana. Los
gnósticos, que protestaban contra doctrinas cristianas como el castigo divino o
la resurrección de Cristo se encontraron ellos mismos señalados como heréticos
y fueron brutalmente suprimidos por los primeros conversos a la “única fe
verdadera”.
Gnosis (conocimiento interior) era un sendero de
misticismo experimental en el que los iniciados en las escuelas mistéricas
exploraban la psique y el cosmos en general. Usando plantas psicoactivas, yoga
y sexo mágico, esos antiguos visionarios experimentaron estados alterados y
desarrollaron siddhis, habilidades ocultas tales como la clariaudiencia y
visión remota. La gnosis era una especie de ciencia noética yóguica mezclada
con parapsicología. En la percepción aumentada, los gnósticos desarrollaron una
visión cosmológica centrada en una deidad femenina, la Divina Sofía. El mito de
creación gnóstico es único en tanto que incluye una completa explicación de
como seres alienígenas inorgánicos se presentaron en nuestro sistema solar.
El material de Nag Hammadi contiene informes de
experiencias visionarias de los iniciados, incluyendo encuentros de primera
mano con seres inorgánicos llamados Arcontes. La enseñanza gnóstica explica que
esas entidades aparecieron en la primera etapa de la formación del sistema solar,
antes de que se formara la Tierra. Los arcontes habitan el sistema solar, el
reino extraterrestre como tal, pero pueden entrometerse en la Tierra. De forma
interesante, esta visión gnóstica coincide mucho con la de Jacques Vallée, que
mantiene que los ET/cyborgs probablemente pertenecen a un reino planetario
local. Vallée también propone que el enigma ET/OVNI es un “sistema de control
espiritual”, un fenómeno que “se comporta como un proceso de condicionamiento”.
(Messenger of Deception) Esto es exactemente lo que los gnósticos dicen acerca
de los arcontes: ellos pueden afectar nuestras mentes mediante técnicas
subliminales de condicionamiento. Sus tácticas principales son errores mentales
(virus intelectuales, o falsas ideologías, especialmente doctrinas religiosas)
y simulación. Los arcontes son predadores, distintos de un amplio rango
no-humanos y seres de otras dimensiones también conocidos por los
gnósticos, seres que son no-benevolentes o neutrales hacia la humanidad.
Descripciones físicas de los arcontes aparecen en
varios códices gnósticos. Dos tipos son claramente identificados: un tipo
embrionario o neonato, y un tipo reptiliano o dracónico. Obviamente, esas
descripciones concuerdan con los grises y reptilianos de los informes
contemporáneos de extraterrestres. Estos seres son buscan fines oscuros para la humanidad y su crecimiento y evolución.
Reptilianos |
Escarbando en los materiales gnósticos, impacta mucho
descubrir que antiguos visionarios detectaron e investigaron el problema de la
intrusión alienígena durante el siglo primero, y posiblemente antes.(Los
Misterios datan de muchos siglos antes de la era cristiana.) Lo que es
asombroso acerca de la teoría gnóstica de los arcontes es no sólo el
panorama cosmológico (explicando el origen de esas entidades y la razón para su
intromisión con la humanidad), sino la información específica sobre el “modus
operandi” alienígena, describiendo como ellos operan y que quieren de nosotros.
Los gnósticos enseñaron que esas entidades nos enviaron y plantaron nuestro
temor. Sobre todo, ellos intentan alejarnos del desarrollo de “nuestra luz
interior”, el regalo de la inteligencia divina. Aunque yo no diría que las
enseñanzas gnósticas sobre los arcontes, o lo que permanezca de tales
enseñanzas, tienen todas las respuestas sobre el enigma ET/OVNI, una cosa está
clara: presentan un coherente e integral análisis de la intrusión alienígena,
así como prácticas específicas para resistirla. Son de lejos más sofisticadas y
completas que cualquier teoría en discusión al día de hoy.
En resumen, los antiguos visionarios de los Misterios
en Europa y Oriente habrían conseguido hace 2000 años lo que muchos de nosotros
hemos estado intentando desde 1947: comprender quiénes son los extraterrestres,
de dónde provienen, como se relacionan con nostros, y lo que es mucho más
importante para nosotros, como deberíamos relacionarnos con ellos.
John Lash
Este autor del
tema ET/OVNI ha identificado directamente a los arcontes gnósticos con los
modernos extraterrestres. Se trata de Nigel Kerner, cuyo libro, La Canción de
los Grises, es un extraño, singular y poca conocida contribución al debate.
Kerner cita los textos de Nag Hammadi de pasada y no explica detalladamente las
enseñanzas gnósticas sobre los arcontes. Construye un buen argumento para la
interferencia alienígena con el genoma humano, pero esta afirmación
no se opone al análisis gnóstico. Los textos gnósticos utilizan el lenguaje
mitológico para describir sucesos actuales en la prehistoria así como la
evolución a largo plazo en la psique humana. De acuerdo con los antiguos
visionarios, los arcontes no pueden acceder a nuestra historia genética, pero
pueden falsificar una intervención. Considerando la confusión de la humanidad
en los tiempos modernos, una falsa intervención sería tan buena como real. Esto
es representativo de la táctica de los arcontes de hacernos imaginar y creer
cosas que no son verdad, y aceptar una simulación por la realidad. De esta
manera, los gnósticos enseñaron que esos primos alienígenas pueden desviar a
los humanos de su verdadero y genuino curso evolutivo. El único énfasis de la Divina Sofía es el altamente
inspirador mensaje de la Gnosis. Los antiguos visionarios enseñaron que, a
través de un especial vínculo con la Diosa, nuestras especies pueden vencer a
los arcontes y asegurar un futuro humano, y humanitario, para la Tierra.
Tomado del texto original de está pagina:
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